Viendo a esta preciosa cantante, resulta cuanto menos increíble que semejante mujer haya podido llegar a pensar que no tiene un cuerpo de escándalo. Pero a menudo las inseguridades pueden jugar malas pasadas y no hace mucho que estuvo a punto de padecer un desorden alimenticio grave. Pero por fortuna ha recapacitado y ha aprendido a disfrutar de su figura y a sacarle partido a la hora de vestir.
Cole se ha sincerado y ha reconocido que a ella siempre le hubiera gustado tener el cuerpo de un top. «Todos queremos estar como Gisele Bundchen en esos apretadísimos leggings pero después nos los ponemos y no nos vemos bien porque esa es la figura de Gisele», apuntaba.
Tras haber recuperado peso después de que se dejase ver preocupantemente delgada ha asegurado que ha aprendido a quererse tal y como es. «Tenemos que aceptar -bueno tengo que aceptar- que nunca voy a tener una talla S», decía.
Y no dudó en añadir: «Cuando lo asumes y empiezas a vestirte para ti misma y a llevar lo que te hace sentir bien, es cuando empiezas a sentirte cómoda. Es muy importante llegar a ese punto».
Para ella el hecho de vestirse era algo muy complicado ya que no sabía escoger las prendas que más le favoreciesen haciendo además que fuese sofisticada y sexy. Para Cole lo más importante ha sido adaptar las prendas a su figura y no dejarse influenciar tanto por los dictámenes de la moda.
A la hora de vestirse es importante seguir una gran regla que consiste en potenciar tus atributos y tratar de disimular esos defectos que no quieres que nadie vea. Quiérete. Verás la diferencia.