No podia ser de otro modo y tampoco podía ser otra persona. Para la ciudad que nunca duerme y es la metrópoli por excelencia, hacía falta su famosa más chocante y está no faltó a la cita.
La neoyorquina Lady Gaga fue la encargada este año de activar junto al alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, el mecanismo que ha dado paso al descenso en los últimos sesenta segundos del año de la icónica bola de cristal con la que la Gran Manzana da la bienvenida al nuevo año.
En medio de una Times Square atestada de miles de personas, la cantante dio paso al encendido de unas 30.000 luces y a la explosión de una tonelada de confeti, que surgieron justo cuando la esfera finalizó su recorrido de 40 metros y dio paso al año 2012.
Desde lo alto del edificio Uno de Times Square, la bola ha realizado ese mismo descenso cada año desde 1907, a excepción de 1942 y 1943, cuando la ceremonia fue suspendida debido a la Segunda Guerra Mundial y sustituida por un minuto de silencio.
Este año se han sumado a la fiesta el ídolo de las adolescentes Justin Bieber, el cantante y productor de origen cubano Pitbull o el músico argentino Diego Torres, todos ellos con actuaciones en plena plaza y retransmitidas en directo en directo por la televisión estadounidense.
El 2012 empezó en Kiribati
Bastantes horas antes, los habitantes de los pequeños estados insulares de Samoa y Kiribati y del territorio neozelandés de Tokelau fueron los primeros en dar la bienvenida al 2012, seguidos de otros países del Pacífico, Nueva Zelanda y Australia.
En Samoa, país que acaba de hacer una pirueta para saltar del 29 al 31 de diciembre sin pasar por el día 30 para moverse al otro lado de línea imaginaria que marca el cambio de fecha, sus 180.000 habitantes han empezado a vivir en el Año Nuevo a las 10.00 GMT.
Miles de residentes y turistas han despedido el 2011 en Apia, la capital de Samoa, tras asistir durante el día a las celebraciones que se han organizado para festejar el cambio que coloca al país entre los primeros que reciben en Año Nuevo.
A unos 2.300 kilómetros al noreste de Apia o a una tres horas de vuelo, también ha llegado el 2012 para los cerca de 5.000 habitantes de Navidad (Christmas ó Kiritimati) y para el resto de la población de las islas del Estado de Kiribati.
En Auckland, la mayor ciudad de Nueva Zelanda, a medianoche se encendió la mecha del espectáculo de fuegos artificiales de cinco minutos de duración preparado para recibir en Año Nuevo.
Pero en Wellington, la capital, y en otras ciudades neozelandesas las autoridades cancelaron los festejos debido a la copiosa lluvia.
En Christchurch, unas 3.500 personas se dieron cita en Hagley Park rompiendo así con la tradición de festejar el nuevo año en la plaza de la Catedral, acordonada por obras a raíz de la destrucción que causó el seísmo del pasado febrero.
Antes de que anocheciera y cuando se ultimaban los preparativos del tradicional espectáculo pirotécnico, en la ciudad australiana de Sídney varios miles de personas estaban ya congregadas en los alrededores del emblemático edificio de la Casa de la Opera para celebrar la llegada del año (a las 13 GMT).
En las andanadas de cohetes y cometas que dibujaron en el cielo vistosas composiciones, se emplearon cerca siete toneladas de explosivos, informó la cadena australiana de televisión ABC.
Las autoridades estimaron que hasta 1,5 millones de personas se darían cita en los muelles y calles de la ciudad australiana para celebrar al raso la llegada del Año Nuevo y observar el cielo iluminado de Sídney.