Consiguió que se convirtiera en popular y sonara en fiestas de barrio y clubs

Muere de un cáncer de pulmón a los 79 años Peret, el padre de la rumba catalana

El cantante llevaba varios días en estado muy grave en una clínica de Barcelona,

Hijo de un comerciante ambulante de tejidos de Reus, desde muy pequeño ayudaba a su padre en la venta, aunque también trabajó como carpintero, tapicero o chatarrero

El cantante Peret ha fallecido a los 79 años en la clínica Quirón de Barcelona, en la que había ingresado a finales de julio aquejado de un cáncer de pulmón, según confirmado a Efe el portavoz de la familia.

El artista, uno de los grandes exponentes de la rumba catalana, llevaba varios días en estado muy grave, bajo sedación, y ha fallecido un mes después de abandonar los escenarios.

El músico catalán, patriarca de la rumba e inventor del célebre «ventilador», anunció en julio que padecía cáncer y estaba siguiendo el tratamiento correspondiente. La enfermedad le sorprendió mientras estaba «ultimando el lanzamiento» de su primer disco «cantado íntegramente en catalán», y mientras terminaba de dar forma a otro trabajo en castellano.

Nacido como Pedro Pubill Calaf en Mataró (Barcelona), el 24 de marzo de 1935 en Los Corrales, un pequeño asentamiento gitano, donde vivió hasta los cuatro años, cuando su familia se trasladó a la calle Salvadors, según precisa su web oficial.

Hijo de un comerciante ambulante de tejidos de Reus, desde muy pequeño ayudaba a su padre en la venta, aunque también trabajó como carpintero, tapicero o chatarrero.

Su primera aparición como cantante fue a los 12 años en un festival en el teatro Tívoli de Barcelona, que fue presidido por Eva Duarte de Perón.

A partir de ese momento siguió perfeccionando su técnica de guitarra que le llevó a crear la rumba catalana. En sus inicios trabajó durante tres años junto a la cantaora La Camboria y a partir de 1957 comenzó a tener éxito y a ser conocido como «el Rey de la rumba».

En 1962 grabó su primer disco compuesto de las canciones «Ave María», «Lola» y «Recuerda». Se marchó a Montevideo y Buenos Aires a trabajar y a su regreso se enteró de que le estaban buscando para grabar un nuevo trabajo debido al éxito del primero.

En 1967 participó primera vez en el Festival del MIDEM, celebrado en Cannes y al año siguiente volvió a actuar en el mismo certamen con la canción «Una lágrima», -el éxito profesional más importante de su vida- que le llevó a ganar el primer premio, cuando aún no era un cantante internacionalmente reconocido. El disco con este tema se convirtió en uno de los más vendidos de 1968.

Ese mismo año, el cantante Tom Jones le invitó para tomar parte en la televisión británica en un famoso «show» de su creación. En agosto de 1968 participó en la ciudad polaca de Sopot en el Festival de la Canción de Europa Oriental, en el que consiguió el Gran Premio del Disco. Por entonces su tema «El gitano Antón» se convirtió en la canción del verano y obtuvo también el premio Ondas de ese año.
Su paso por Eurovisión y la religión

Peret representó a España en el Festival de Eurovisión de 1974 con la canción «Canta y sé feliz», que quedó en novena posición. En esos años ya había hecho su incursión en el cine en películas de baja calidad para dar a conocer sus canciones.

En noviembre de 1982 abandonó la música, decisión que se dijo se debió a una revelación que tuvo cuando viajaba en coche a Mataró, el 27 de noviembre de 1982. Según sus propias palabras, vio la cara de Dios: «Comprendí que había entrado en mi corazón».

Entró a formar parte de la Iglesia Evangelista, en la rama de Filadelfia, fue bautizado de nuevo y nombrado Pastor. A principios de 1990, desencantado al no estar de acuerdo con ciertos temas de organización y administración, abandonó la Iglesia de Filadelfia y se dedicó a predicar el Evangelio sin estar integrado en ninguna rama.

En esos años se dedicó a diversos negocios y a producir a otros cantantes, como «Chipén» y «El Paló». A finales de 1990 sus éxitos fueron reeditados incluso con nuevas mezclas dirigidos a las discotecas. Durante estos años de alejamiento del mundo de la canción sólo compuso y grabó dos cánticos religiosos.

En marzo de 1991 volvió a la música con un LP titulado «No se pué aguantar», en el que contó con la colaboración de Chipén, Los Amaya y su familia. A finales de ese año inició la realización del programa de radio dominical «Rumbeolas», junto a María José Gil, en la cadena Dial.

Peret actuó en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Barcelona del 92 junto a Los Amaya y Los Manolos y en los Parolímpicos, de ese mismo año. Con las rumbas interpretadas en ambas ocasiones se editó un disco. En agosto de 1993 sacó al mercado un nuevo disco, «Como me gusta», en el que colaboró su hija Rosa.

Después de dos años de trabajo, en mayo de 1995 apareció el LP «Que dusoaren flores», en el que siete de los diez temas son suyos y que dedicó a los políticos. Ese mismo año, coprotagonizó la película «Alma gitana» de Chus Gutiérrez.

Su cara más solidaria

A partir de su vuelta a la canción, Peret colaboró en innumerables conciertos solidarios, a beneficio de la lucha contra el sida, Unicef, los niños desasistidos de Barcelona, contra el racismo (Hamburgo, enero de 1993) o para la investigación del síndrome de Down, entre otros.

Tras publicar «Jesús de Nazareth» en 1996 se retira por segunda vez de la música, y once años después, en 2007, el rey de la rumba volvió al mundo discográfico con «Que levante el dedo», una canción de protesta social dedicada a las prostitutas y que se incluye en el álbum.

En el año 2000 salió un disco homenaje titulado «Peret, Rey de la Rumba», en el que interpretó algunos de sus éxitos a dúo con importantes nombres del pop como Estopa o Jarabe de Palo. En 2009 fue editado «De los cobardes nunca se ha escrito nada», un repaso a sus primeras influencias musicales y en el verano de 2012 realizó una nueva gira por España, llamada «Música Contada».

Al año siguiente se presentó la película, «Cuchíbiri cuchíbiri», del realizador Carles Prats, una reivindicación, a través de la figura de Peret, de la rumba catalana como la verdadera «música pop urbana» del país. En 2008 le fue concedida la Medalla de Oro al Mérito Artístico de Barcelona. Se casó en 1957 con Fuensanta Escudero, de la que se separó en 2008.

 

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