EL CANTAUTOR DE ÚBEDA SE DESPIDE DE LA CAPITAL CON UN GRAN ESPECTÁCULO

Yo estuve en el último concierto (entero) de Sabina en Madrid

"No sabemos cuándo, o si alguna vez volveremos a tocar en Madrid, uno de esos sitios sangrados y especiales"

Yo estuve en el último concierto (entero) de Sabina en Madrid
Joaquín Sabina despidiéndose del directo.

Lo que le ocurrió a Joaquín Sabina este 16 de junio de 2018 en Madrid, nos lleva irremediablemente a justo un año antes, donde la voz quebrada del maestro no le dejó a medias y sí pudo terminar un espectáculo brillante para la gente de la capital que, eso sí, ya auguraba que podría ser uno de los últimos:

Supervivientes sí, ¡maldita sea!, dirá Sabina reivindicándose contra este titular, y por supuesto ¡larga vida!, pero por si acaso, uno se siente pletórico de haberse asegurado un último concierto del de Úbeda en la capital, hasta que otro próximo le calle la razón.

«No sabemos cuándo, o si alguna vez volveremos a tocar en Madrid, uno de esos sitios sangrados y especiales», decía Sabina en sus maravillosas confesiones con el público, con un impoluto sonido en el WiZink Center de la capital en la cálida noche de este 19 de julio de 2017.

Le costó, a quien escribe, convencer a su mujer para acudir -es más de Perales-, y lo hizo con la excusa de que ver a Sabina no es una cuestión musical, sino cultural, para contar a los hijos, a los nietos y a los padres. ‘Yo estuve en el (último) concierto de Sabina en Madrid, me dejé llevar por sus clásicos Por el bulevar de los sueños rotos, Princesa, Contigo, Y sin embargo, Yo me bajo en Atocha y especialmente 19 días y 500 noches. Y escuché sus letras, sus poesías y sus reflexiones, como el que se presta embelesado a una leyenda del rock y de la canción de autor’.

Fue la cuarta fecha mágica en apenas un mes en que Sabina olvida sus fantasmas en Madrid, más fresco que en 2016, más canalla, y como siempre rodeado de un elenco de músicos descomunales. Muy arropado, muy querido, muy jaleado, quitándose importancia -«Yo no soy músico, soy intuitivo»-, y muy entregado:

¿Quién paga esta noche las copas? ¡A mí me tiene Montoro muy controlado!

No se perdonaría un exigente Sabina que no hubiera peros a su última performance. A este humilde espectador le faltó más intensidad en Ruido, una historia desgarradora, y también algunas horas más de música en vivo para haber podido disfrutar de las que se quedaron fuera del repertorio: Nos sobran los motivos, Pongamos que hablo de Madrid, Ahora, La canción más hermosa del mundo, o Medias negras

Y una última pega, Joaquín, teniendo como tenías en primera fila a tu ahijada y pariente, la genuina y fascinante Zahara, ¡no se entiende que no subiera a cantar contigo!

Quien sí irrumpió sobre el escenario -como además lo ha hecho en la propia vida musical de Sabina- fue el gran Leiva, a quien regaló generosos halagos y a quien parece intentar pasar el testigo del rockero cantautor: «El tipo más talentoso de su generación y de algunas otras. Y apareció para rescatarme», explica sincero.  

Ahora, a Joaquín Sabina le quedan 17 fechas en España y 16 más en las Américas en una gira ‘Lo niego todo’ que se alargará hasta final de año.

No sabemos si volveremos a disfrutar de las emociones que transmite Sabina desde un escenario en la capital, pero siempre hay un Sabina que reviente Madrid.

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Autor

José Pablo González

Licenciado en periodismo en 2010 por la Universidad Complutense de Madrid. Canterano del diario ABC, en Periodista Digital desde 2013, actualmente es redactor-jefe. 

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