El cantor de México, Luis Mariano in memoriam

Canciones inolvidables en la resurrrección de un pegadizo musical con un montaje estupendo

El cantor de México, Luis Mariano in memoriam
El cantor de México - Teatro de la Zarzuela

El Teatro de la Zarzuela inaugura la temporada con esta opereta (equivalente a una zarzuela europea) de 1951, una de las que Francis López -hijo de sudamericanos y nieto de vascos- escribió para mayor gloria de aquel cantante de voz prodigiosa injustamente olvidado. Gran espectáculo aunque no sea original, uno de los mejores montajes en este coso en muchos años aunque proceda de 2006, quizás el mejor que hayamos visto de Emilio Sagi, y aderezado con la presencia de Rossy de Palma.

Dos repartos, 18 funciones, una sobresaliente coproducción con la Ópera de Lausanne, y una preciosa, variada y acertada escenografía, cuyo más impresionante decorado fue aplaudido al aparecer en escena, algo que no habíamos visto nunca ni en teatro ni en ópera, el aplauso espontáneo al envoltorio formal de una pieza. La traducción al español de Enrique Viana ignora las versiones canónicas de los discos de Luis Mariano y causa frustración innecesaria en el público -femenino, por supuesto- que recuerda a la perfección estas canciones miul veces tarareadas por sus madres.

Emilio Sagi, que reestrenó en 2006 en el parisino Théâtre du Châtelet la pieza contando con este mismo equipo artístico y esta misma Rossy de Palma, sitúa la trama en el rodaje de una película, lo que no es muy original pero siempre funciona. Su versión libre a partir del libreto original, funciona, aunque se excede en duración con un segundo acto un tanto repetitivo. La dirección musical de Óliver Díaz, el responsable musical de este teatro, está a la altura de la artística, más alto si cabe, porque esta partitura, más cercana al musical que a la opereta, es multicolor, llena de influencias norteamericanas e hispanoamericanas; aquellas que llegaban al París de los años veinte del siglo pasado, y de las que esta ciudad se apropiaba como si fueran suyas. Charlestón, swing, mambo o bolero, -y hasta folclore vasco-, una prueba que la orquesta, pasando de formación sinfónica a banda de jazz, de grupo de mariachis o orquesta salsera, cubrió con sobresaliente en una de las mejores actuaciones que la hemos escuchado nunca.

Repitamos que la escenografía fantástica, al más puro estilo kitsch, ideada por Daniel Bianco, director del Teatro de la Zarzuela desde 2015, es excelente, recreando mundos muy variados, desde los tejados parisinos a la bahía de Acapulco, dentro de los que destaca esa explosión tropical a la que hacíamos antes referencia admirativa. El efecto visual de este planteamiento es formidable, gracias a las también excelentes contribuciones del vestuario diseñado por Renata Schussheim, la iluminación de Eduardo Bravo y la coreografía de Nuria Castejón reforzada con una docena de buenos bailarines y 17 precisos figurantes.

En este envoltorio, Rossy de Palma se desenvuelve con soltura, haciendo de sí misma, más madura, celebrada en todo momento por el público y convertida en arrasadora diva, exagerada e histriónica, graciosa sin duda, más desdibujada en su conversión en Coronela Tornada, cuyas evoluciones nos parecieron lo más flojo de la propuesta. Canta un par de veces cumpliendo aceptable y pizpireta, y realiza un protagonismo arrasador que compite con el Vicente Etxebar que el tenor navarro José Luis Sola convierte quizás en el papel de su vida, en excelente reencarnación del mítico Luis Mariano. Una gran actuación actoral y vocal de este tenor ligero, ligerísimo, que a veces llega a contratenor, y que en sus largos lucimientos ‘rancheros’ despertó el entusiasmo general.

Al lado de ambos lo tuvo bien difícil Sonia de Munck en el lado corto del triángulo equilatero de los protagonistas, esa Cricri discreta, modesta y sacrificada que al final gana la partida. Y también la gana la soprano madrileña, cuya voz lírico ligera parecía perderse al principio pero logró imponer su sutil presencia en el bello trío de la amistad. Todo el reparto, encabezado por el Bilou de Manel Esteve y el Ricardo Catoni de Luis Álvarez, estuvo en su sitio en un redondo conjunto de actuaciones, cerrado por el coro en perfecto broche.

La nueva temporada de La Zarzuela echa a andar ‘con el firme compromiso de tender la mano a todos los públicos. Las 161 funciones que compondrán el nuevo curso estarán dirigidas tanto al espectador habitual del Teatro, como a aquellas personas que se acercan a él con curiosidad e inquietud de conocer, e incluso a quienes aún no saben lo que sucede entre los centenarios muros del coliseo’, dice Daniel Bianco.

Cuentan las crónicas que ‘El cantor de México’ se estrenó en el Teatro Châtelet de París en 1951 con un éxito descomunal. Que cinco años después, la versión cinematográfica, también con Luis Mariano como cabeza de cartel, recogió asimismo el aplauso unánime del público. Y que en 2006, la recuperación de Sagi para el mismo Teatro parisino que la vio nacer 55 años antes registró también gran éxito con el público en pie cada noche durante dos meses. La propuesta merece mantener tan alto rendimiento en su estreno en Madrid. Este miércoles el público aplaudió sin cesar durante la representación y ovacionó largamente al final a la nutrida ‘troupe’ que casi no cabía en el escenario.

Reciclar algo que Sagi y Bianco hicieron hace una década, y hacerlo ahora con Bianco entonces escenógrafo ahora al frente del teatro que la contrata, no es en absoluto reprobable, pero nos hace reflexionar sobre el nivel de innovación y aportación de nuestra escena. No es muy alto, y no se eleva en los últimos tiempos.

Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 8
Dirección musical: 9
Dirección artística: 9
Voces: 7
Orquesta: 8
Coros: 8
Escenografía: 9
Producción: 9
Programa de mano: 8
Libreto: 9


TEATRO DE LA ZARZUELA
El cantor de México
Opereta en dos actos
Entre el 6 y el 29 de octubre de 2017

Música de Francis López
Libreto de Félix Gandera y Raymond Vincy, en versión libre de Emilio Sagi
Cantables de Raymond Vincy y Henri Wernert
Traducción al español de Enrique Viana
Estrenada en el Théâtre du Châtelet de París, el 15 de diciembre de 1951
Nueva producción del Teatro de la Zarzuela en coproducción con la Ópera de Lausanne

Dirección musical
    Óliver Díaz
Dirección de escena
    Emilio Sagi
Escenografía
    Daniel Bianco
Vestuario
    Renata Schussheim
Iluminación
    Eduardo Bravo
Coreografía
    Nuria Castejón

Reparto
Eva Marshall y Coronela Tornada – Rossy de Palma
Vicente Etxebar – José Luis Sola (días 6, 8, 11, 13, 15, 18, 19, 21, 22, 25, 27 y 29),
        – Emmanuel Faraldo (días 7, 12, 14, 20, 26 y 28)
Ricardo Catoni – Luis Álvarez
Cricri – Sonia de Munck (días 6, 8, 11, 13, 15, 18, 19, 21, 22, 25, 27 y 29)
    – Sylvia Parejo (días 7, 12, 14, 20, 26 y 28)
Bilou – Manel Esteve (días 6, 8, 11, 13, 15, 19, 21, 26 y 28)
      – Toni Marsol (días 7, 12, 14, 18, 20, 22, 25, 27 y 29)
Monsieur Boucher – César Sánchez
Señorita Cécile – Maribel Salas
Lupita – Nagore Navarro
Tizoc – Eduardo Carranza
Señor Olivié – Natán Segado

Orquesta de la Comunidad de Madrid
    Titular del Teatro de La Zarzuela
Coro del Teatro de La Zarzuela. Director: Antonio Fauró

Fechas y Horarios
6, 7, 8, 11, 12, 13, 14, 15, 18, 19, 20, 21, 22, 25, 26, 27, 28 y 29 de octubre de 2017
20:00 horas (domingos, a las 18:00 horas)
Duración aproximada: 2 horas y 20 minutos (con un intervalo)
La función del jueves 26 de octubre se retransmite en directo en Radio Clásica de Radio Nacional de España a partir de las 20h00.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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