Que el nuevo Nuncio no se canse de tender puentes
Sor Lucía Caram.-No corren tiempos fáciles para las relaciones entre la Iglesia y el Estado, entre otras cosas porque en tiempos de democracia se escuchan muchas y muy diversas voces; cada uno tiene derecho a hacer oír la suya, y en este diálogo, no siempre es fácil aceptar con serenidad la diferencia sin ver en ella una amenaza a la propia forma de pensar.
Creo yo que no existe una implícita mala voluntad ni en una parte ni en la otra, ocurre que Iglesia Jerárquica por una parte y gobierno por otra, están convencidos que su ideario no sólo es el válido, sino que lo es para todos.
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