¿Todo ello puede quedar impune? ¿Quiénes son los culpables?
Carlos Amigo Vallejo.- Nos parece algo increíble y escandaloso. Pero la realidad de esas poblaciones hambrientas es algo incuestionable. Hombres y mujeres que carecen de algo tan fundamental como es la comida necesaria para subsistir. Sobrecoge la realidad de esas personas, y nos enerva hasta la rebeldía el pensar que puedan darse situaciones en las que se llega a morir por falta de alimento. Y todavía hay más, porque el hambre lleva consigo otras muchas y terribles desgracias, como son las enfermedades, la carencia de vivienda, de trabajo, de educación...
Todo ello constituye una vergonzosa agresión a la misma dignidad de la persona, que se ve condenada a vivir en un terrible grado de indigencia. También, y hay que subrayarlo, es un delito contra la justicia y un condenable atentado a la fraternidad universal. ¿Todo ello puede quedar impune? ¿Quiénes son los culpables?
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