Con estilo lento y fuerte, el teólogo jesuita presenta las grandes cuestiones actuales de la Cristología
Pedro Ortega Ulloa, en Vida Nueva. La pregunta por Jesús es una pregunta abierta. Su inaudita pretensión al colocarse en el lugar de Dios y la constatación de que es uno de nosotros hacen imposible cerrar definitivamente la cuestión sobre él. El «exceso» que Jesús es con su vivir, su hablar y cuanto acontece en él hace imposible una respuesta evidente.
Hay una larga historia de acogida creyente a Jesús y de equivocaciones con él. Estas equivocaciones no son meras «tumbas» en las que fracasa el pensar humano, sino «piedras de catedral» que han de integrarse en el edificio de la fe, según dijo Joseph Ratzinger hace ya cuarenta años en su Introducción al Cristianismo.
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