Las religiones de todo el mundo controlan alrededor de un 8% de la superficie habitable
Imprimir textos sagrados en papel reciclado, paneles solares en templos, peregrinajes con sello ecológico….Las medidas son parte de una nueva estrategia para combatir el cambio climático que nueve de las principales religiones de todo el mundo discuten hasta este miércoles en el castillo de Windsor, en Gran Bretaña.
Se trata de lo que la Organización de las Naciones Unidas -que co-patrocina el evento- ha llamado «el principal movimiento de la sociedad civil en la historia en relación al cambio climático».
La cumbre reúne a líderes de diferentes denominaciones cristianas, del Islam, el Judaismo, el Hinduismo, el Daoismo y el Dhintoismo, dos religiones del este de Asia, así como el Sikhismo, de India.
Y todas ellas traen algo a la mesa. Por ejemplo, líderes islámicos congregados en el castillo de Windsor prometen la adopción de un «ecosello» para bienes y servicios, mientras que los judíos plantean convertir al Shabbat en una celebración ecológica donde se evite el consumo conspicuo.
Varias de las iglesias presentes se comprometen a lanzar paquetes turísticos con sello ecológico para eventos religiosos, y la Iglesia Anglicana tiene la meta de que todas sus diocesis consuman productos vinculados al comercio justo para el año 2016.
Mayor impacto
El arzobispo de Cantórbery, Rowan Williams, anfitrión del evento, señala que esta estrategia podría potencialmente tener un impacto mucho mayor que cualquier acuerdo que se logre en Copenhagen.
Las iglesias y religiones de todo el mundo controlan alrededor de un 8% de la superficie o tierra habitable de todo el mundo, son propietarias o influyen en la mitad de las escuelas y controlan un 7% de las finanzas internacionales.
Por eso Olaf Kjorven, asistente del secretario general de la ONU, señala que el hecho de que el 85% de la población mundial profese alguna religión, puede llevar a que esta iniciativa se convierta en la mayor movilización mundial en torno al tema.
Martin Palmer, secretario general de la Alianza de las Religiones y la Conservación, dijo a la BBC que los acuerdos de esta cumbre no constituirán una lista de buenas intenciones, sino «lo que vamos a hacer».
«Las iglesias se han pasado los dos últimos años evaluando sus propiedades, lo que compran, lo que imprimen, lo que enseñan, las escuelas que dirigen, para ver qué se puede hacer en todas estas áreas a fin de proteger el planeta», agrega.
La cumbre constituye una muestra de que las diferentes religiones están comenzando a unificar sus posiciones en torno al cambio climático.
En Estados Unidos, por ejemplo, varias denominaciones cristianas han estado divididas en relación al tema. Muchas iglesias evangélicas, en particular, consideran que el cambio climático es simplemente una confirmación de lo que dice el apocalipsis sobre el fin del mundo.
Y como se trata de eventos que en teoría preceden la segunda venida de Jesucristo resulta, más bien, algo positivo.
Un reciente sondeo del centro de investigación Pew de Estados Unidos señala que sólo la tercera parte de los evangélicos de raza blanca en EE.UU. y un 39% de los protestantes afroamericanos considera que la acción humana está detrás del cambio climático.
Sin embargo, Jim Ball, de la red evangélica para el medio ambiente, dijo a la BBC que muchos están comenzando a sumarse a lo que llamó «el movimiento por el cuidado de la creación».
«Cuidar la creación»
Pero la adopción del término «cuidar la creación» es también acuñado hoy en día por muchos católicos y judios.
Según Gregory Eamond, arzobispo católico de New Orleans, se trata de una evidencia más de que las iglesias comienzan a tomar liderazgo en el combate al cambio climático.
«Definitivamente, las religiones están volviéndose más verdes, y eso lo veo tanto en el cristianismo como dentro del judaismo. Es realmente muy promisorio ver que las iglesias están aunando esfuerzos», dijo Eamond a la BBC.
El corresponsal de la BBC Christopher Landau señala que algunas de las propuestas más radicales provienen de líderes judíos.
Según él, muchos dentro de las comunidades judias plantean reducir a la mitad el consumo de carne entre los feligreses y convertir a Israel en el primer estado en el mundo que utiliza principalmente energía renovable.
La cumbre de Windsor concluye este miércoles y aunque todavía hay diferencias en relación a cuán radicales deberían ser las medidas adoptadas, lo que si parece claro es que las religiones comienzan a darse cuenta del papel crucial que pueden jugar para combatir el cambio climático. (RD/BBC)