La Iglesia necesita cadenas de radio más amplias, no marcadamente católicas
José Antonio Martínez Puche es dominico, sacerdote, escritor y alma máter de Edibesa. Hoy viene a presentarnos las últimas novedades editoriales, incluída el Evangelio 2010. Buenos días, y bienvenido a Religión Digital.
Buenos días, todo va bien, ¿para qué vamos a quejarnos? Todo el día con la crisis, los problemas… siempre hay que ver la parte positiva de las cosas.
Vivir con esperanza. Eso está muy bien. Hablemos de Edibesa, que cumple 25 años, un cuarto de siglo.
25 años como Edibesa. Antes había sido Ediciones Beta S.A., que era lo que dio pie al apócope: edi-be-sa. Es una sociedad anónima propia de la orden de predicadores de los dominicos, a la que pertenezco. Y lleva ya 25 años.
Buena fecha para hacer balance.
– El balance en números resulta alentador. No hemos perdido el tiempo: tenemos ya más de 600 títulos. Libros de dos especies: para colecciones, bibliotecas, parroquias, colegios… (encíclicas y diccionarios, por ejemplo) y otros libros para el lector cristiano en general. Por ejemplo, con relación al nuevo año cristiano, a las vidas de Jesús (como Memorias de un reportero de tiempos de cristo -un libro clásico que novela el Evangelio de un modo fantástico- ), la biblioteca mariana… Libros para el cristiano que va a la iglesia y para el que lo ha dejado. Tenemos libros que son una invitación a repensar la salida de la Iglesia… incluso libros para agnósticos. Pero lo que creemos que es el buque insignia, es el Evangelio de cada año.
– Es la joya de la corona. Y el resto de libros son como esas pequeñas píldoras del día a día para los que no tienen tiempo para reflexionar. Además, los tenéis en tamaño bolsillo, para hacerlo en cualquier lugar.
– Sí, tenemos 2 tamaños, pero el que empezó fue el de bolsillo. En aquel tiempo era «el todo a cien». Yo prefería aquel estilo, porque era una pesca a mar abierto. El Evangelio no tiene enemigos. Puede tener enemigos la Iglesia, los eclesiásticos, porque no dé la talla, porque somos débiles, porque Dios no eligió a «pluscuamperfectos» para hacerlos sacerdotes o religiosos. Pero el Evangelio es un libro que cualquier persona de sentido común escucha. Yo tengo testimonios en cantidad de amigos de agnósticos que han regalado el Evangelio en Navidad. Y los agnósticos han quedado encantados, y han querido repetir para el año siguiente.
– El Evangelio ya lleva bastantes ediciones. ¿Cómo surgió la idea?
– La inventamos en el año 1996. Tenemos ya en forma el del 2010, que ha aparecido a todo color, con buenas láminas, muy bien hecho, y más barato que hace 5 años.
– ¿Cuánto cuesta cada uno de ellos?
– Comprado en librería normal y corriente, 1 euro con 85 céntimos. Y son más de 400 páginas de textos, de oraciones, de vida cristiana, de visiones y reflexiones. También tiene un mini catecismo. Está muy completo. Por eso, otros han seguido ese mismo esquema.
– Sí, porque el Evangelio no tiene enemigos… pero los evangelios generan competencia.
– Sí, bueno, a mí me da que pensar. Hay ya cuatro editoriales que lo publican (después de que lo iniciara yo), pero, si hablan bien del Señor, eso es lo principal. Ya está. Adelante.
– 1,85€ el de bolsillo, ¿y el grande?
– 3,50
– Manejable y con letra más grande.
– Sí. A los jóvenes para llevar en el bolso, en el coche, etc, les gusta más el otro. Pero, si es para tener en casa, viene mejor el grande. Algunos no tienen los ojos ya «clarividentes» para cualquier letra.
– Evangelio 2010 para el Año Santo compostelano y sacerdotal. 2 fechas importantes.
– Sí, el año compostelano siempre es una fecha (para Europa y para el mundo) en que uno se plantea su fe, si está alejado. Porque el Camino de Santiago no solamente es para creyentes, sino para aspirantes a cristianos. Y puede que sea el camino de la fe para ellos. Y el año sacerdotal es, evidentemente, un año de reflexión para los sacerdotes.
Queremos aportarles diferentes libros, sobre el cura de Ars, sobre la doctrina de la Iglesia, San Juan de Ávila… Una colección sobre el año sacerdotal completa: 3 libros, 2 DVD y un regalo. Todo un lote. Tanto para que el sacerdote lo adquiera, como para que el seglar se lo regale en Navidad. La típica pregunta de «¿qué regalamos al párroco en tal fecha?«
– ¿Tiene mercado el libro religioso en España?
– Tiene mercado, pero se nota la crisis. Es posible que alguien busque algo de tipo religioso (ojalá no lo fuera solamente esotérico o espiritualista raro). Mucha gente ha conocido en su niñez el cristianismo: en el colegio, en su familia, en la parroquia… Tal vez lo haya dejado, pero es posible que diga: «La política, la economía, todo me ha fallado; la sociedad no me ofrece nada… ¿y si volviera yo a ver con ojos nuevos lo que vi?».
Hemos sacado ahora la colección de Los Convertidos (desde los padres de San Pablo, San Agustín en la patrística, San Francisco de Asís en la Edad Media, San Ignacio -hecho por un jesuita fantástico, en obra casi póstuma, pues murió a los pocos días de salir el libro-, Santa Teresa de Jesús, convertida a la autenticidad religiosa, el cardenal Newman… etc).
– Está muy de moda ahora el cardenal Newman. Parece que su beatificación está al caer.
– Sí, posiblemente este mismo año, para primavera o por ahí, podría ser beatificado. Y no en Londres ni en Oxford, sino en Roma. Porque es un cardenal de la Iglesia Católica romana.
– Son interesantes los convertidos del XX, las últimas fases, e incluso del XXI. Juan Manuel de Prada, por ejemplo.
– O Kiko Argüello. De los del XXI hay parte que están vivos y coleando, y parte que ya han muerto. La conversión no sólo es cosa de David o de San Mateo Leví.
– ¿Estamos en tiempos de conversión, o de indiferencia? Lo religioso atraviesa una época complicada pero, ¿es también apasionante? Por un lado hay un alejamiento hacia la práctica y hacia la Iglesia, pero por otro hay también un florecimiento de espiritualidad y búsqueda. Esa búsqueda de la trascendencia, de algo más.
– Yo creo que el pajarito, cuando va andando y todo le sale bien, va contento con sus patitas. Pero si se encuentra con una pared, con un obstáculo, y ve que no tiene salida, que no puede continuar… es cuando se acuerda de que tiene alas. Entonces echa a volar. El hombre es algo parecido. Mientras las cosas le van bien, deja la Iglesia, no practica, puede ir al tarot, creerse alguna cosa… pero eso no le acaba de llenar. Y recuerda su juventud, y le parece que estaba más contento. Entonces, es posible que diga: «Yo tengo una dimensión que no exploto. Tengo alma, la fe me da alas, me da la capacidad de entender por qué me viene a mí este paro, o esta enfermedad que me destroza, o por qué veo a mi mujer cada día más caduca, por qué no he aprobado las oposiciones…». Mil cosas que pueden pasar. Porque no hay vida sin cruz. Hay cruces sin Cristo. Y son muy difíciles de llevar. La vida con Cristo tiene otro sentido.
Yo recuerdo un viaje que hice con Televisión Española, en barco, de Algeciras y a Tánger. Me quedé impresionado al ver a los musulmanes, jóvenes, hombres… que sacaban su esterita a cubierta y, sin ningún miedo de nada, hacían sus oraciones. En ese aspecto, la presencia de musulmanes en España no debería ser siempre rechazada. No sólo hay que ver la parte negativa, sino aprender cómo viven su fe. Y darnos cuenta de que tenemos más motivos aún para volver a nuestra fe que ellos, que no tienen una figura, como nosotros, tan ejemplar como Jesucristo, que es líder indiscutible, Dios hecho hombre, que muere por nosotros, que nos sigue amando, que está presente en los sacramentos, etc.
Pero se dan casos. Casos de gente que encuentra la luz de su vida, la alegría, el consuelo, la paz del corazón. Gracias a Dios.
– José Antonio Martínez Puche, además de su labor en Edibesa, ha sido uno de los grandes maestros de la información religiosa. Ha estado a pie de calle, en televisión, etc. ¿Crees que la Iglesia sigue teniendo un problema de comunicación con la sociedad?
– Bueno, hay varias cosas que lamentar. Yo siento que no haya, como en otros tiempos, un periódico que sea la voz de la Iglesia. Hay periódicos afines, pero no es lo mismo. La Iglesia tiene una cadena que últimamente yo creo que se está reconduciendo. No puede ser una cadena como Radio María, que es prácticamente para católicos. Debe seguir un esquema más general, que pueda ser escuchado por alguien a quien también le interesa el deporte, la política, la sociedad, la sanidad… Puede que haya perdido oyentes últimamente, pero no es marcadamente religiosa. Es una cadena más amplia.
Los programas religiosos, de Televisión Española, Radio Nacional, la misa de los domingos… tienen su público. Y no se puede saber si todos son creyentes o no.
Pero nunca es suficiente, y menos en el tiempo en que estamos, con todos los elementos que hay en contra de la Iglesia, del cristianismo, del Evangelio… Lanzan por otros caminos y despistan a la gente. Por eso necesitamos la palabra adecuada, el gesto oportuno, el medio preciso para decir: «Muchacho, puedes andar por otros sitios, hay luz en otras partes, Jesucristo es tu amigo y te quiere».