Estamos hablando de una crisis que no es sólo económica, sino también social y de valores, que nos afecta a todos, por lo que para salir de ella nos necesitamos también todos
Es un hombre de la casa y con un largo recorrido en el campo de la acción social. Sebastián Mora llega a la Secretaría General de Cáritas en sustitución de Silverio Agea que dejó el cargo después de diez años en el mismo. Sebastián se incorpora con la disposición de «dar lo mejor» de sus capacidades. Lo entrevistan Laura Daniele y Milagros Asenjo en Abc.
-¿Cómo afronta este desafío?
-Lo asumo desde la confianza en la colaboración que voy a tener de toda una Confederación como la nuestra, que está dando lo mejor de sí misma para responder a los efectos que la crisis está teniendo sobre muchas personas. Y como no soy un recién llegado a Cáritas, asumo este desafío como una nueva responsabilidad en la que intentaré dar lo mejor de mis capacidades.
-¿Cómo ve la situación de Cáritas para afrontar la recesión?
-Los recursos de los que disponemos son siempre escasos para responder de forma adecuada a las necesidades de las personas que cuentan con nuestro apoyo y nuestro acompañamiento para recuperar su dignidad. Y ahora, cuando los problemas se multiplican para tantos ciudadanos, Cáritas necesita multiplicar los compromisos, ya sean económicos o personales.
-¿Con qué horizonte trabajan?
-Nosotros trabajamos en el horizonte de una crisis que, en términos de recesión de bienestar social para muchos ciudadanos, va a ser de largo recorrido. Estamos hablando de una crisis que no es sólo económica, sino también social y de valores, que nos afecta a todos, por lo que para salir de ella nos necesitamos también todos.
-¿Por qué estamos así?
-Lo que sucede ahora responde a un modelo económico y social con el que estamos conviviendo hace muchos años. Por eso en Cáritas venimos insistiendo en la necesidad de crear un contrato social nuevo y novedoso, donde tengan mayor participación los afectados por la pobreza para que sean los dueños de su propia vida. La crisis nos ofrece, sin duda posibilidades, que es necesario aprovechar.
-¿Se ha quedado sola Cáritas frente a las consecuencias de la crisis? ¿Cómo se portan las administraciones públicas?
-Somos muchas las organizaciones que estamos respondiendo en primera línea a los efectos de la crisis, aunque Cáritas pueda tener mayor visibilidad porque contamos con una amplia red estatal de asistencia y atención primaria. Los servicios sociales públicos también están realizando esfuerzos, aunque son todavía escasos e insuficientes.
-El perfil de los que piden ayuda a Cáritas cambió cuando comenzó la crisis. ¿Puede haber otra vuelta de tuerca más o ya hemos tocado fondo?
-En Cáritas estamos viendo que al perfil «tradicional» de las personas que acudían a nuestra red estatal de acogida y atención primaria se están incorporando personas que acuden por primera vez a nuestra institución a solicitar ayuda de primera necesidad, como matrimonios jóvenes con hijos, mujeres solas con cargas familiares o inmigrantes en situación irregular.
-¿Y esto puede ser aún peor?
-Por experiencia, sabemos que, si no asistimos a una rápida recuperación de las cifras de desempleo, tendremos que atender a las personas que vayan agotando sus subsidios de paro y se queden sin red de protección social.