El derecho y la libertad que pedimos para nosotros, lo queremos para los demás
La Iglesia católica estaría cómoda si otras religiones también contaran asistencia religiosa en las Fuerzas Armadas. «Todas las confesiones tienen las puertas abiertas en el Ejército, no hay impedimento ninguno», afirmó, con seguridad, el arzobispo castrense, Juan del Río, durante la presentación de la Conferencia Internacional de Jefes de Capellanes Miiltares, que esta tarde arranca en Madrid con un acto ecuménico por la paz.
Y es que, a lo largo de toda la semana, un centenar de capellanes católicos, ortodoxos, anglicanos, evangélicos, musulmanes, judíos y budistas procedentes de 36 países se encuentran en la capital de España con el objetivo de «abrazar al mundo e impulsar el trabajo de los capellanes castrenses desde la libertad y la diversidad», como apuntó Pablo Panadero, coordinador del evento.
«El derecho y la libertad que pedimos para nosotros, lo queremos para los demás», añadió el sacerdote católico, quien no obstante incidió en que la OTAN ha fijado un mínimo del 15% para que una confesión pueda contar con una estructura de servicio religioso, lo que hace impensable que, en la actualidad, España pueda contar con una participación efectiva de capellanes de confesiones distintas a la católica.
De todos modos, los capellanes españoles tratan de tener en cuenta las necesidades espirituales de todos los soldados, sea cual sea su formación o credo, porque «por encima de nuestras creencias, nos une el objetivo de servir a las Fuerzas Armadas». Monseñor Del Río, en la misma línea, añadió que «los capellanes independientemente del credo que profese y al credo que sirvan, sirven a la Humanidad para encontrar vías de convivencia y de paz«.
Por su parte, el coronel Brian Van Sickle, pastor evangélico y jefe del Servicio Religioso de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Europa, recalcó durante su intervención que los capellanes «somos los guardianes de la esperanza, de las buenas noticias en nuestras Fuerzas Armadas».
El coronel norteamericano puso especial énfasis en el respeto y la tolerancia hacia todas las vertientes religiosas de los miembros de un Ejército, pues «la batalla no está en matar gente, sino en conseguir tomar en serio las religiones de cada uno». En este sentido, cabe señalar el «ecumenismo real» que se lleva a cabo en las misiones internacionales, como en Bosnia. «Hace diez años, hubo una guerra por motivos religiosos. Ahora, el Ejército de Bosnia tiene capellanes de las distintas confesiones, que sirven de ejemplo de paz, tolerancia y convivencia».