¿Qué va a ser del país cuando se retiren las brigadas internacionales, los grupos de apoyo, las ayudas millonarias de estos días?
(Ramiro Pàmpols, Proclade).-¿Qué va a ser del país cuando se retiren las brigadas internacionales, los grupos de apoyo, las ayudas millonarias de estos días? Sin unas mínimas infraestructuras, se enfrentará de nuevo no tanto con un futuro incierto sino con un pasado que nunca ha sido capaz de consolidar. Por esta razón, el problema fundamental de Haití no es de ayuda económica, sino las cuestiones de fondo que permanecen intactas.
Enumerarlas ha sido el trabajo de los propios analistas haitianos que no tienen pelos en la lengua y han sido, tal vez, más lúcidos y crueles consigo mismos que yo pueda parecerlo ahora. La primera grave carencia es la excesiva dependencia económica del exterior. Incluso para la adquisición de los alimentos básicos como es el arroz, el aceite para cocinar, el azúcar y por supuesto al petróleo, que ahora generosamente surte Venezuela con precios políticos. Estos capítulos rozan el 60% de dependencia.
Mientras esta realidad no hiera la dignidad de Haití frente a su propia imagen de «mendigo permanente» de las instancias internacionales y las «remesas» familiares, será imposible que se dé una reacción saludable de la que brote una nueva y radical forma de hacer política.
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