La nueva ley del aborto, "absolutamente machista"

García Burillo afirma que ser madre adolescente «no es una desagracia»

Aconseja a las jóvenes que desconfíen de los que ofrecen sexo sin afecto o "sexo, sí, pero hijos, no"

"Antes el aborto era un delito, despenalizado en algunos supuestos, ahora es un derecho"

El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, se preguntó hoy dónde está escrito que ser madre joven «es una desgracia insuperable» al tiempo que aseguró que con la reforma de la Ley del Aborto «de la noche a la mañana una misma acción pasa de atentar contra el ordenamiento jurídico a ser una garantía preservada por ley».

García Burillo, en un escrito titulado ‘Carta a una chica de 16 años‘ recogido por Europa Press, recuerda que para los cristianos «el aborto es un crimen» porque para ellos «la célula resultante de la unión de los gametos es un persona humana» y se pregunta «por qué un feto de 99 días goza de la protección del Estado mientras que uno de 98 días puede eliminarse impunemente».

Asimismo, el obispo abulense precisó que algunos piensan que esta ley «no supone un cambio sustantivo respecto de la hasta ahora vigente» pero García Burillo subrayó que «no es verdad» porque hay una «modificación importantísima: antes el aborto era un delito, despenalizado en algunos supuestos, ahora es un derecho».

El prelado abulense apuntó otro «aspecto negativo» de la ley como es el hecho de que es «absolutamente machista porque descarga al varón de toda la responsabilidad, que ahora recae exclusivamente en la mujer».

Por otro lado, García Burillo precisó que «lo ideal es que una chica no conciba a un niño hasta estar casada pero si esto sucede, dónde está escrito que ser madre joven es una desgracia insuperable» a lo que él mismo responde que «una mujer que tiene un niño no deseado es libre para orientar su vida y su maternidad de muchas maneras, pero una que ha abortado es ya siempre prisionera de su decisión pues nada de lo que haga podrá devolverle la vida al hijo que ha matado».

Asimismo, el obispo de Ávila apuntó que el Estado «que facilita al máximo el aborto o la píldora abortiva debería ayudar con mayor empeño a las jóvenes embarazadas, como lo hacen muchísimas instituciones como la Iglesia».

En su carta a una chica de 16 años, García Burillo le recomienda que se apoye en su familia, en sus padre y que los aprecie «como un regalo de Dios» y que busque «una buena educación afectiva y sexual» para que esté prevenida «antes quienes ofrecen sexo sin afecto o sexo si pero hijos no». (RD/Ep)

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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