"Nos disponemos a subir con Cristo a la montaña “donde el Señor provee”, la montaña de la obediencia, altura hermosa donde el amor consuma la reconciliación del hombre con Dios y se hace evangelio la paz"
(Santiago Agrelo).-Si un día has de subir, como Abrahán, a la montaña «donde el Señor provee», si has de ofrecer sobre el altar de la fe lo que más quieres, si has de peregrinar sobre la tierra sin alcanzar la meta del camino, si has de conocer el terror intenso y oscuro de la muerte, habrás de guardar siempre como un tesoro en el corazón la memoria de las promesas que el Señor te hace, pues éstas han de ser luz para el camino cuando llegue tu noche.
Para leer el artículo completo, pinche aquí