La libertad es algo tan nuestro como el propio yo, más nuestro que nuestra propia vida
(Monseñor Agrelo).-Nació donde le dejaron nacer. Murió donde lo crucificaron. Su alimento en la vida fue ‘hacer la voluntad del que lo había enviado’. Parece que hubiese nacido para ser esclavo, y fue sencillamente un hombre libre: Se llamaba Jesús y lo apodaron El Nazareno.
La libertad es algo tan nuestro como el propio yo, más nuestro que nuestra propia vida. No la recibo del rey ni hay rey que me la pueda quitar; no me la quita la ley, ni hay ley que me la pueda dar.
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