"El silencio y el encubrimiento eran la norma habitual"

Ante la pederastia, autoinculpación

Todos sabían, pues. Desde el Papa al último prelado de la Patagonia

Ante la pederastia, autoinculpación
Benedicto XVI

Benedicto XVI tiene que hacer ese gesto extremo. Y cargar con toda la culpa, como máximo chivo expiatorio

(José Manuel Vidal).-Lo de la campaña orquestada contra la Iglesia por la pederastia suena a falso y nadie se lo cree. Para hacer frente al goteo de casos de curas abusadores, la única salida que le queda a la Iglesia (mediáticamente hablando) es la de la autoinculpación. Me explico. Se trata de reconocer lo evidente: que el silencio y el encubrimiento eran la norma habitual. Que era todo el sistema el que estaba viciado. Desde la cúpula vaticana hasta la última diócesis. Los abusadores eran pecadores/enfermos, pero nunca delincuentes. Y sus pecados había que lavarlos en casa. Todos sabían, pues. Desde el Papa al último prelado de la Patagonia.

Una vez reconocido que el sistema estaba podrido por dentro a todos los niveles, la Iglesia tendría que dar un paso más. Reconocer que el Vaticano también estaba al tanto y «bendecía» ese sistema. Cuando no lo imponía. Desde Juan XXIII a Pablo VI, pasando por Juan Pablo I, Juan Pablo II y, por supuesto, Benedicto XVI. Todos los Papas sabían.

Para leer el artículo completo, pinche aquí

 

 

 

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído