El problema es que muchos de los actuales musulmanes también reclaman como propios Córdoba y Al-Ándalus entero, o sea, España. Y ellos nos están dispuestos a admitir medias tintas
(Juan José Primo Jurado).-A ver si me pueden decir cuántas ciudades de países islámicos con pasado cristiano tienen una calle o una estatua dedicada a personajes no musulmanes. Pocas o ninguna. Y cuántas reciben a los viajeros con la recreación de un monumento genuinamente cristiano, pongamos un campanario de iglesia. Ninguna. Y sin embargo, en Córdoba, existen cinco estatuas y no menos de una docena de calles, avenidas, infinidad de negocios y hasta un puente con nombres de personajes musulmanes. Además, en su entrada norte, una moderna estructura recrea el pasado islámico de la ciudad.
Sin duda hacemos bien los cordobeses en reclamar y enorgullecernos como propio del legado andalusí y Omeya. Como una parte más de la rica historia y patrimonio de nuestra ciudad. Pero el problema es que muchos de los actuales musulmanes también reclaman como propios Córdoba y Al-Ándalus entero, o sea, España. Y ellos nos están dispuestos a admitir medias tintas.
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