Sus rasgos y sus acentos no son fruto de nuestro saber, ni de nuestro esfuerzo, ni de nuestro temperamento, sino, ante todo, del Espíritu Santo
(Sal Terrae).-«Tengo la convicción de que los sacerdotes tenemos a nuestra disposición toda una espiritualidad específica ofrecida por la Iglesia y sumamente motivadora… El presente libro pretende servir de ayuda para el cuidado de una vida espiritual que responda a los signos de nuestro tiempo» (tomado de la «Presentación»).
Partiendo de la necesidad de la maduración humana del presbítero, Juan María Uriarte reflexiona sobre temas clave de una espiritualidad sacerdotal que responda a los retos de nuestro tiempo: las actitudes fundamentales de los testigos del Evangelio; la fraternidad sacramental de los presbíteros; el celibato cristiano y el celibato sacerdotal; la fidelidad a Cristo, a su comunidad y a nuestra misión eclesial.
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