Llevar velo está amparado por la Ley de Libertad religiosa y la Constitución, siempre y cuando no altere la convivencia de los alumnos ni altere el orden público
La comunidad islámica de Madrid había hecho un llamamiento a los imanes de las 800 mezquitas de toda España para que el «khutba» o sermón del viernes versase sobre el «hiyab» (velo islámico). Muchos imanes, aunque no todos, secundaron ayer la propuesta en su oración comunitaria después de la polémica que ha generado el caso de la joven Najwa, a la que se prohibió entrar a clase con el velo en el IES Camilo José Cela de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Lo cuentan A. Castellón y R. Ruiz en La Razón.
Entre las que se sumaron se encuentra el Centro Cultural Islámico de Valencia. Su imán, Vicente Mota manifestó a Efe que los musulmanes «deben aprender a defender y exigir sus derechos». Mota lamentó que el instituto madrileño, al aplicar su reglamento interno, que prohíbe acudir a clase con la cabeza cubierta, «ha vulnerado la Ley de Libertad Religiosa y la Constitución», que protege el uso del tradicional velo islámico. En su opinión, no se puede consentir que un consejo escolar prohíba a una musulmana practicar su religión, ya sea dentro o fuera de su instituto.
El imán discrepó de los que se oponen a que las mujeres lleven el pañuelo islámico en lugares públicos por considerarlo un símbolo religioso. «Si fuera así, no se podrían permitir las procesiones ni las bodas en la calle, ni los entierros, porque todo eso forma parte de la vida pública».
En la misma línea, el presidente de la Junta Islámica de España, Mansur Escudero, insistió en que «llevar velo está amparado por la Ley de Libertad religiosa y la Constitución, siempre y cuando no altere la convivencia de los alumnos ni altere el orden público». Escudero cree que «se ha creado un problema artificial y espero que esto no estimule la islamofobia ni se utilice políticamente».
En Madrid, el 40 por ciento de las mezquitas de la región no siguieron el llamamiento. Por un lado, en el Centro Cultural Islámico de Madrid, donde se ubica la mezquita de la M-30, no se llevó a cabo ningún tipo de rezo relacionado con el velo, aunque los musulmanes que acudieron a la oración lamentaron el caso ocurrido a Najwa en el instituto de Pozuelo. En cambio, la mezquita de Estrecho sí apoyó el llamamiento en el «khutba» del viernes, el rezo más importante de la semana.
«El imán comienza hablando del Profeta y del Corán, para acabar hablando de temas actuales», comentó Amina a la salida del rezo. «Cada día habla de un tema diferente, por lo que del ‘‘hiyab» se podría haber tratado cualquier otro viernes».
A su lado se encontraba Munaye, una enfermera española convertida al islam hace tres años. «Nosotras sólo nos ponemos el velo para rezar», aseguró en la puerta del templo. Confesó que nunca ha tenido ningún tipo de problema por ser española y musulmana. «Tampoco nadie me ha obligado a nada desde que decidí islamizarme», dijo.
ANÁLISIS
Un sermón para dar directrices a los fieles
– ¿Cuántos musulmanes y mezquitas hay en España?
–Dos millones de musulmanes y cerca de 800 mezquitas, según la Junta Islámica.
– ¿Qué es el «khutba»?
-El sermón del viernes. Es el más importante de la semana y en él los imanes exponen asuntos que afectan a la comunidad musulmana e intentan dar directrices sobre cómo actuar.
– ¿Por qué no todas las mezquitas se han sumado a la propuesta de hablar del velo en el sermón del viernes?
-El seguimiento desigual revela una división de opiniones en el seno de la comunidad islámica. Ayer, la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI) apeló a la «libertad de los imanes» para tratar en sus sermones los temas que consideren oportunos. Con ello marcaba distancia con la iniciativa de la Asociación de Jóvenes Musulmanes, entre otros colectivos.
«No es la Juana de Arco del islam»
La polémica sobre el velo ha vuelto a cobrar fuerza a raíz de que Najwa Malha, de 16 años, fuera apartada de clase por acudir a su instituto con velo. Su abogado, Iván Jiménez-Ayba, aseguró ayer que «no es la Juana de Arco del islam». La familia ha decidido que la española de origen musulmán «no va a liderar la causa del ‘‘hiyab» en España». Tampoco va a permitir que nadie la utilice. La joven se encuentra «tranquila».