Se espea que el libro sea publicado al mismo tiempo en las lenguas de mayor difusión
La segunda parte del libro «Jesús de Nazaret», escrito por el Papa Benedicto XVI, fue entregada hace unos días a los editores encargados de su publicación, informó hoy el Vaticano en una nota.
El segundo volumen está dedicado a la Pasión y a la Resurrección y comienza donde finalizaba el primero, explica.
El original del libro, escrito en alemán, fue entregado al mismo tiempo a Manuel Herder, el editor que está dedicado a la obra completa de Joseph Ratzinger (Gesammelte Schriften) y a don Giuseppe Costa, director de la Editorial Vaticana, refiere la nota.
La Editorial Vaticana será la encargada de otorgar la concesión de derechos, de publicar la edición italiana, y de encomendar el texto a otros editores para las distintas traducciones en varias lenguas siempre sobre el original alemán.
Se espera -agrega el Vaticano- que el libro sea publicado al mismo tiempo en las lenguas de mayor difusión y por lo tanto, este trabajo requerirá todavía algunos meses.
La primera parte de «Jesús de Nazaret», de 448 páginas, fue presentada por el Vaticano el 13 de abril de 2007.
En su primer libro como Papa, Benedicto XVI muestra a un Jesús «real, el histórico», y afirma que Cristo es una figura «históricamente sensata y convincente».
En la obra de dos volúmenes, Benedicto XVI estudia la vida pública de Jesús de Nazaret desde el bautismo en el río Jordán por San Juan hasta la Transfiguración.
Joseph Ratzinger empezó a escribirlo en 2003 cuando era cardenal y lo concluyó a finales de septiembre de 2006, siendo Papa.
Benedicto XVI afirma en el libro que no se trata de un acto de magisterio y que, por ello, cualquiera le puede contradecir.
En él denuncia que el mundo que excluye a Dios y se agarra sólo a la realidad visible y material corre el riesgo de autodestruirse en la búsqueda egoísta de un bienestar sólo material.
El Pontífice, que en el análisis de la vida de Jesús también hace referencia al mundo actual, advierte de que las ayudas de Occidente a los países en vías de desarrollo, «basadas en principios puramente técnicos-materiales, no sólo han dejado a un lado a Dios sino que también han alejado a los hombres de él con el orgullo de la pedantería«, y han hecho del Tercer Mundo un mundo de tercera clase. (RD/Efe)
