El Ministro tiene nuestra credibilidad, pero el Gobierno y el partido que lo sustenta, sus administraciones educativas
(Luis Centeno, Escuelas Católicas).-Para unos, el Pacto Político y Social por la Educación ha fracasado. Para otros, lo han hecho fracasar. Quizá como dice el refranero «entre todos lo mataron y él solo se murió». Y cuando digo «todos», me refiero a la inmensa mayoría, cada uno desde su puesto y condición. En mayor medida, los partidos políticos y las administraciones educativas. En menor medida, las organizaciones de la comunidad educativa, que han demostrado una mayor moderación y posibilismo, en líneas generales y siempre con relevantes excepciones.
Después de estudiar y subrayar las 46 páginas y 148 propuestas del Documento final redactado y entregado por el Ministro de educación el pasado 22 de abril, uno piensa que hay una base interesante para avanzar hacia un Pacto Educativo pero, por desgracia, no como Documento definitivo. Quizá ese ha sido el error del Ministro: no haber tenido un poco más de recorrido o cintura, bien para incorporar algunas propuestas más del principal partido de la oposición (revisar los contenidos de EpC, reconocer el derecho al concierto, reunificar los contenidos comunes a todas las CC.AA.) o de la comunidad educativa (sentar las bases de la complementariedad de las redes, garantizar la libertad de elección de centros, asegurar la neutralidad ideológica en los centros públicos…), o bien para dejar el Documento como un conjunto de propuestas pedagógicas exclusivamente, sin meterse en otras consideraciones
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