Hacerse a la mar significa ir con audacia a asumir todos los desafíos que la travesía presenta y saber responder inmediatamente a las asechanzas y peligros que la mar nos impone en cada momento
(Cardenal Rodríguez Maradiaga, en Hacerse a la mar, editorial Ciudad Nueva).- No son pocas las preguntas que se nos plantean en el comienzo de este tercer milenio. Y esas preguntas son fundamentales no sólo para orientar nuestra reflexión personal, sino también para poder articular la reflexión de nuestras sociedades, tal que, individual y comunitariamente, podamos tomar las decisiones adecuadas.
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