Agustín de Asís y David López, de la Fundación Summa Humanitate

«Ayudar a los que ayudan, servir a los que sirven»

La Fundación gestiona una cincuentena de proyectos de congregaciones religiosas en España y el extranjero

Entre los proyectos, se encuentran residencias de ancianos, centros de salud, hospitales, casas de espiritualidad, centros de acogida, para transeúntes...

(Jesús Bastante).- «Ayudar a los que ayudan, servir a los que sirven». Este es el lema de la Fundación Summa Humanitate, una organización sin ánimo de lucro, formada por laicos católicos, que dedica sus esfuerzos a prestar ayuda a proyectos de congregaciones religiosas, dentro y fuera de España, cuya viabilidad se ve amenazada por la crisis vocacional o problemas de gestión. Dos de sus responsables, Agustín de Asís y David Lópéz, explicaron en RDTV los orígenes y el modo de trabajar de Humanitate.

«Summa Humanitate se crea en el año 2006, es una entidad sin ánimo de lucro que está al servicio de la Iglesia católica», explica Agustín de Asís, director gerente, que reivindica como valor que «no tenemos obras propias, sino que damos continuidad a aquellas que podía tener, y se podían plantear cerrarlas». La Fundación evita, en la práctica, que la Iglesia vaya perdiendo presencia en la sociedad actual.

«Todo esto lo hacemos respetando estrictamente su carisma, y las decisiones las toman ellos, que son los propietarios de la obra que la fundación gestiona», añade Agustín. Entre los proyectos, se encuentran residencias de ancianos, centros de salud, hospitales, casas de espiritualidad, centros de acogida, para transeúntes…

Una cincuentena de proyectos, tanto en España como en territorios de misión. Las Hijas de la Caridad, Salesianos, Paúles, Claretianos… También, con un interesante proyecto de ayuda a la financiación de los conventos de clausura, y a los centros de espiritualidad.

«Estamos para intentar desarrollar proyectos conjuntos con cualquier congregación. Es una misión compartida». Una suerte de «ecumenismo católico» en la que este grupo de profesionales laicos asesoran a las congregaciones sobre el futuro de cada uno de sus proyectos, de cada una de las actividades que llevan a cabo. «Nos desplazamos al lugar para ver cuál es la mejor solución a esa necesidad, que no tiene por qué pasar por la fundación».

«Lo que nos importa es sentirnos parte de la familia de cada institución», añade David López, director de Relaciones Institucionales. Él, como tantos otros profesionales, aportan sus experiencias en el mundo de la acción social, la educación o la asesoría. «No pertenecemos a ningún movimiento, somos laicos que trabajamos al servicio de la Iglesia en nuestras parroquias, que es donde tenemos que vivir el compromiso cristiano». A lo largo de estos cuatro años, el proyecto de la fundación ha generado empleo para unas 650 personas.

«Esto es una obra de Dios. El mínimo común denominador es que todos somos católicos, y hemos decidido servir a la Iglesia con esta vocación», siempre manteniendo la independencia de la fundación. «Queremos apoyar a cualquiera que lo necesite, y eso se hace mejor sin tener ningún vínculo». El que manda «es el de arriba».

Sorprende que tantos expertos en gestión de empresas no tengan un plan estratégico para la fundación. «Nosotros gestionamos esta obra, ese colegio o centro de espiritualidad, hasta que Dios les vuelva a enviar las vocaciones suficientes«, explica Agustín. «Damos continuidad. Por eso la fundación no tiene obras propias, ni alquila o compra».

Más información:

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De Clausura

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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