"Prácticamente nadie defiende el burka y no está recomendado en el islam sino que responde a costumbres tribales"
El secretario general de la Comisión Islámica de España, Mansur Escudero, aseguró este lunes que el efecto dominó que la prohibición del velo integral está provocando en los ayuntamientos españoles se debe al «posible tirón electoral» que pueda tener esta medida, pero advirtió de que estas iniciativas «estimulan la islamofobia».
Así se refirió Escudero, en declaraciones a Servimedia, a la aprobación este lunes en el pleno del Ayuntamiento de Galapagar de una moción para prohibir el velo integral en los edificios públicos.
Según destacó el secretario general, se trata de «un asunto que no tiene ninguna trascendencia» porque «no hay prácticamente mujeres» que lleven el velo integral.
Por tanto, consideró que el del burka «es un debate que se está provocando de forma interesada con unos fines políticos y populistas», pero, reiteró, «estimulando la islamofobia».
En su opinión, el efectó domino que la prohibición del burka está teniendo en los municipios españoles se debe a que «se sabe que tiene un posible tirón electoral».
Asimismo, mostró su preocupación porque estas iniciativas «tienden, de una forma malsana, a la islamofobia porque se identifica el burka con los musulmanes», mientras «prácticamente nadie defiende el burka y no está recomendado en el islam sino que responde a costumbres tribales».
En esta línea, se mostró respetuoso con aquellas mujeres que deseen llevar esta prenda porque «es su derecho a su propia imagen», pero, puntualizó, «no en un marco religioso».
Finalmente, calificó de «correcta» la posición del Gobierno de negarse a regular sobre el burka porque «su uso ya está en la ley y no hay por qué entrar a regular más de lo que está». Esto demuestra, subrayó, «una intencionalidad política de poner al Gobierno sobre las cuerdas».
El municipio madrileño de Galapagar, gobernado por el PP, se ha convertido hoy en el primero de esta comunidad en prohibir el burka en edificios e instalaciones municipales.
La propuesta, presentada por el Grupo Municipal Popular, ha sido aprobada a primera hora de esta tarde en un pleno accidentado, en el que dos concejales socialistas y uno del Centro Democrático Liberal han abandonado la sala, mientras que otros cuatro ediles no han acudido (tres socialistas y uno de Activa-IU).
De los 14 votos emitidos -de un total de 21-, los nueve del PP han sido a favor de la prohibición, tres han sido en contra (uno de Activa-IU, uno de Foro Verde y uno de la concejala no adscrita), y dos abstenciones de la Plataforma de Vecinos de Galapagar, que forma equipo de Gobierno con el PP.
La retirada de los socialistas del pleno, según la concejala de ese grupo Carmen Toledano, ha sido en protesta por la negativa del alcalde de Galapagar, Daniel Pérez, a desconvocar el pleno a petición del edil socialista Hans A. Böck, a quien le «fue denegada la documentación sobre el pleno cuando acudió a recogerla el pasado sábado».
A juicio de la ex alcaldesa socialista, con la moción del burka el PP ha querido «distraer la atención de los medios y abrir una falsa polémica» ante el «devastador» informe de la Cámara de Cuentas de Madrid sobre la gestión del PP en este municipio durante la anterior legislatura.