Uno de los obstáculos más importantes para impulsar la transformación que necesita hoy la Iglesia es la pasividad generalizada de los cristianos
(José Antonio Pagola).-Las primeras generaciones cristianas se vieron muy pronto obligadas a plantearse una cuestión decisiva. La venida de Cristo resucitado se retrasaba más de lo que habían pensado en un comienzo. La espera se les hacía larga. ¿Cómo mantener viva la esperanza? ¿Cómo no caer en la frustración, el cansancio o el desaliento?
En los evangelios encontramos diversas exhortaciones, parábolas y llamadas que sólo tienen un objetivo: mantener viva la responsabilidad de las comunidades cristianas.
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