Lo que queremos que quede del evento es la seguridad de que la presencia de Jesús ha estado aquí
Alrededor de unas 700 personas procedentes de toda la geografía nacional, de América Latina y de Estados Unidos llegaron ayer a Huesca para participar en el I Congreso Internacional Evangélico de Huesca, «Sígueme tu», que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de la capital altoaragonesa. Lo cuenta María Almerge en Diario del Alto Aragón.
La jornada de ayer se llevó a cabo con normalidad y los organizadores estaban muy satisfechos. «Estamos muy contentos, todo ha sido en el orden que se había planeado», afirmó el pastor Vicente Mateo. «Se ha realizado todo con una ambiente muy familiar. Yo creo que ha superado las espectativas», añadió el pastor.
El Coro del grupo Gospel de Pamplona fue el encargado de abrir la inauguración cantando una declaración de intenciones de por qué la celebración del evento y de por qué acudió la gente hasta allí. En su mayoría, el coro lo conformó gente joven, que «ha tenido una experiencia con Dios».
«Hemos venido a buscar a Dios con la certeza de que aquel que busca halla, hemos venido a darle toda la gloria porque creemos que él es el merecedor», comentó Vicente Mateo al principio del acto. Además, el estreno del acto contó con la presencia de autoridades civiles y eclesiásticas entre los que destacaron Germán Sanromán, alcalde en funciones de Huesca; Nicolás López, vicario general del obispado de Huesca de la Iglesia Católica; Lourdes Plana, concejala de participación ciudadana; Luis Nasarre, pastor principal de la Iglesia Bautista en Pamplona; y Rubén Torres y Juan Carlos Manzewitsch entre otros.
Después del acto, hubo un pequeño tiempo donde se marcó la línea de las actividades y los propósitos del congreso. «Lo que queremos que quede del evento es la seguridad de que la presencia de Jesús ha estado aquí porque, si solamente fuera un evento muy bien organizado y muy bien hecho, pasaría sin pena ni gloria como otros muchos. Queremos que Jesús esté aquí, que se oiga su voz y que haya una respuesta de corazón porque los valores y los principios de la palabra y el evangelio inciden en el corazón y transforman el alma y la visión de la vida», comentó el pastor Vicente Mateo. Seguidamente hubo una comida que reunió a la mayoría de los fieles allí congregados y que sirvió para charlar y pasar un buen rato en un evento de estas características.
La tarde estuvo marcada por los talleres, enfocados a la familia y a los jóvenes, y una plenaria que ofrecieron Juan Carlos Manzewitsch y Ricky Paris y que giraron en torno al lema del Congreso: «Sígueme tú». Para los más pequeños, la tarde fue de lo más animada y divertida: realizaron numerosas manualidades, vieron una película e hicieron una salida al exterior con los cuidadores para ver el parque. «A los niños se les cuida de una manera especial en nuestras Iglesias. Ellos ya tienen enseñanzas de la Biblia» , apuntó el pastor. Además, una cena fue a la encargada de poner punto y final a esta primera jornada del congreso evangélico.
Los jóvenes fueron los protagonistas de la jornada en el Palacio de Congresos de Huesca. «Toda esta juventud nos habla de futuro y de que hay una generación que quiere seguir a Jesús y que va a ser buena para esta tierra», dijo Vicente Mateo. «Parece que la idea de la vida cristiana esté relacionada con una vida de tristeza. Y es todo lo contrario. Lo que trae el evangelio al corazón no se cambia con ninguna otra celebración ni con ninguna otra fiesta», agregó el pastor.
Pero este Congreso no sólo ha llevado el bien a los cientos de fieles congregados sino que también «ha traído el bien a la ciudad de Huesca» en una semna postlaurentis y en la que la capital está menos activa tras la semana de fiestas. «Es una riqueza en lo material sobre todo para la hostelería y también una riqueza espiritual», apostilló Vicente Mateo. La gente se ha alojado tanto en hoteles como en hostales y en residencias de estudiantes. El hotel Abba, la residencia Ramón Acín o La Pirámide son los más destacados.
Así, un evento que ha reunido a cientos de personas de diferentes partes del mundo y en el cual hay mucha gente involucrada para sacarlo adelante. «Es característico de nosotros ver cómo los miembros se integran y se involucran como un cuerpo, el cuerpo que nos enseña la Biblia«, comentó el pastor. Pero, a pesar de que en los últimos años ha habido «un goteo de fieles», les gustaría que «se despertara más el hambre por algo tan importante como es la vida espiritual. Esperamos que, después de este congreso internacional, debido a la trascendencia que tiene, crezca mucho más rápido», finalizó Vicente Mateo.»Nos gustaría que este evento fuera recordado porque Jesús ha estado aquí con nosotros y ha traído a nuestras vidas lo que necesitamos de él», agregó.