Para Carlos Álvarez, las fundaciones "son instrumentos clave para que la sociedad civil contribuya a un mundo mejor"
(José Manuel Vidal).- Ayer se celebró en Madrid la 4ª Conferencia General de la Asociación Española de Fundaciones (AEF). En un salón de actos abarrotado por más de 500 representantes de Fundaciones de todo el país. Carlos Álvarez, presidente de la AEF aprovechó la ocasión para subrayar la importancia del sector fundacional, que está en el top 10 del mundo, y para recordar que «a pesar de la crisis, España es un país muy solidario y generoso». Por su parte, Manuel Pizarro decía en su aplaudida conferencia inaugural que «la crisis actual es obra de banqueros sin respeto por su oficio».
Antes de la inauguración de la Conferencia, Carlos Álvarez adelantaba a RD que la asociación que preside acaba de «aprobar un Código de buen Gobierno«, para dotarse de mayor transparencia, y que, poco a poco se irá haciendo extensivo a las 1.100 Fundaciones que están integradas en la AEF.
Orgulloso de la importancia del sector fundacional, Álvarez aportaba datos al respecto. Por ejemplo, se crean 450 fundaciones al año y la mitad del sistema financiero español está en manos de Fundaciones, gracias sobre todo a las Cajas de Ahorro, que siguen funcionando como tales, al menos por ahora.
Para Carlos Álvarez, las fundaciones «son instrumentos clave para que la sociedad civil contribuya a un mundo mejor». Por ello, continúo Álvarez, «tenemos la responsabilidad de impulsar como valores primordiales de nuestra actividad: la ética, la eficacia, la solidaridad y la independencia.»
Tras hacer un canto a la «solidaridad y generosidad del pueblo español«, denunció, sin embargo, que «la sociedad progresa más en tecnología que en respeto a la vida, a la dignidad de la persona y a la justicia».
Por eso, invitó a las fundaciones a «revisar su misión y su estrategia», que, a su juicio, debería basarse en «el humanismo, la ética, la solidaridad y la eficacia». Es decir, «comunicar mejor con la sociedad y trabajar en red».
De tal forma que las Fundaciones se conviertan no sólo en «cauce para devolver a la sociedad parte de lo recibido de ella» y «dar respuesta a las actividades que el Estado no puede resolver», sino también «pasar de la solución de problemas a evitar sus causas».
Manuel Pizarro, brillante
La conferencia inaugural corrió a cargo de Manuel Pizarro, en su calidad de presidente de la Fundación Ibercaja. En una brillante conferencia, denunció a los «banqueros sin oficio» como causantes de la crisis. Y añadía: «Parte de lo que está pasando, al menos financieramente, es que hay gente que se pierde el respeto a sí misma y que se dedica a hacer lo que no debe».
Tras invitar al poder público a no invadir las Fundaciones (especialmente las Cajas), sino mantenerse en su papel de regulador y supervisor, Pizarro aseguró estar convencido de que «las Fundaciones deben ganar dinero». En cambio, no cree en la responsabilidad social corporativa, tan de moda en estos momentos. «No creo en la rsc. La rsc es que una empresa haga bien lo que tiene que hacer. Lo demás es limpiar la fachada».
El ex responsable de Endesa aseguró, respecto a la crisis, que «hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades»y que «el Estado está asfixiado«. Para salir de la crisis, invitó, entre otras cosas, a ahorrar, «porque loa países sin ahorro no pueden funcionar». Por eso, pidió a las Cajas que «generen ahorro y den créditos, porque, de lo contrario, abandonarán sus principios y perderán su razón de ser».
También invitó a cuidar el medioambiente, porque «cada vez que encendemos la luz estamos agrediendo a la naturaleza», y a apostar por la innovación. «En el euro, la diferencia entre países será el talento», dijo.
Otras perspectivas de presente y futuro
Durante la Conferencia General se ha remarcado también el papel innovador de las fundaciones en el diseño de nuevos servicios que satisfagan las necesidades de un mundo en continuo cambio. En este sentido se ha apuntado que las fundaciones, que por su independencia cuentan con más libertad, pueden anticiparse a las demandas sociales desde su polifacética actividad.
Asimismo, se ha insistido en la necesidad de mejorar la medición de las actividades para evaluar el impacto de la gestión de las fundaciones y para reflejar, con cifras y datos relevantes, la labor que realizan.
En la clausura del evento, el presidente de AEF ha emplazado a todas las fundaciones a aumentar, desde la colaboración, transparencia y compromiso, el nivel de exigencia en la gestión de sus actividades con el propósito de contribuir eficientemente al desarrollo de la sociedad.
La Conferencia general de la AEF ha contado con ponentes de máxima cualificación y experiencia en el sector:
– Carlos Álvarez, presidente de la Asociación Española de Fundaciones
– Manuel Pizarro, presidente de la Fundación Ibercaja
– Íñigo Sáenz de Miera, director general de la Fundación Marcelino Botín
– Ignasi Carreras, director del Instituto de Innovación Social de ESADE
– Mercedes Valcárcel, directora de la Fundación Española para la Innovación de la Artesanía
– Juan Antonio Cajigal, director general de FUHEM
– Javier López, director gerente de la Fundación Pedro Barrié de la Maza
– Emilio Ontiveros, presidente de la Fundación Analistas Financieros Internacionales
– José Manuel Morán, secretario del Patronato de la Fundación Alares
– Jesús Conill, patrono-fundador de la Fundación TENOR
– Carlos Paramés, secretario general de la AEF