Hay numerosos obispos que se han sentido vivamente irritados por el Camino, después de haberlo visto en acción en sus propios territorios.
(Sandro Magister).- Los obispos del Sol Naciente no quieren «división y caos». El Vaticano trata de mediar y corrige y aprueba los catecismos neocatecumenales. Que sin embargo se mantienen secretos. Y también las misas siguen siendo celebradas separadamente y con modalidades particulares.
En el discurso a miles de entusiastas miembros del Camino Neocatecumenal de hace tres días, reunidos en el aula de las audiencias, Benedicto XVI ha incidido tres veces en sólo veinte líneas sobre la obediencia debida a los obispos.
En efecto, la relación con los obispos es un punto delicado del Camino, fundado y dirigido desde hace cuarenta años por los laicos españoles Francisco José Gómez Argüello, llamado Kiko, y Carmen Hernández, acompañados por el sacerdote italiano Mario Pezzi.
Entre los obispos, el Camino cuenta con muchos que los apoyan en todo el mundo. El próximo 26 de enero 250 de estos, entre los cuales hay 70 de los Estados Unidos, se encontrarán en Israel en la Domus Galilaeae, la residencia ideada y construida por Kiko en las pendientes del Monte Tabor, con magnífica vista al lago, para un periodo de formación en el que el mismo Kiko será el actor principal.
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