"No hay grandes proyectos teológicos. Hace 40 años que no se mueve nada en Teología"
(Jesús Bastante).- Manuel Fraijó es teólogo y filósofo, alumno, entre otros, de Hans Kung y Joseph Ratzinger. Como tal, conoce como pocos la amistad, y la tensión, entre ambos pensadores católicos. Este 27 de enero, la Uned -de la que es decano de Filosofía- otorgará el doctorado Honoris Causa a Hans Küng, el primero que el teólogo suizo recibe en España. A la misma asistirá lo más granado del pensamiento español, y también de la política. Entre ellos, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo.
Fraijó cuenta cómo vivió, en primera persona, el momento en que Ratzinger renunció a la docencia en Tubinga. «Él tomó una decisión coherente consigo mismo. Renunció a su cátedra para ir a un seminario diocesano, sin pena ni gloria… y mira dónde ha acabado».
Entre las razones, su distanciamiento con el teólogo suizo. «Hay mucho del Ratzinger profesor en Benedicto XVI», asegura Fraijó, quien ahora sí que ha de responder a preguntas que no hacía suyas en sus años como docente: los dineros de la Iglesia o «el celibato de los curas».
Küng viene con 14 doctorados en Honoris Causa… pero jamás lo había logrado en España. «Dada su contribución al campo del pensamiento y de la historia de las religiones».
A lo largo de la entrevista, el decano de Filosofía de la Uned insiste en la «dilatada historia de servicio a la teología y la filosofía», desde su tesis doctoral «La justificación» (1957), un tema que había dividido a la Cristiandad «desde la Reforma». «Ahí ya se vio lo que iba a ser Hans Küng: un hombre ecuménico, que abogaba por el respeto, la tolerancia y el diálogo«.
«Küng ha ido siempre de frente, ha sido valiente siempre», sostiene Fraijó, que añade que, con su trayectoria «se tiene la impresión de que el Espíritu ha ido yendo sobre él»
¿Son la antítesis Küng y Ratzinger? «Hay antítesis entre ellos», admite el decano, que recuerda cómo sus enfrentamientos datan de 1965, y de cómo Pablo VI acabó eligiendo a Ratzinger frente a Küng. «Confíe en mí, le dijo Pablo VI, y Küng respondió que sí confiaba en él, pero no en su entorno. En esa misma época, Pablo VI le hizo la misma oferta a Ratzinger, y éste aceptó».
«Son dos personajes, dos antiguos amigos que merecen un enorme respeto y que han servido muy bien a la Iglesia, cada uno desde su ámbito, por caminos diferentes. No hay que echar a pelear una biografía contra otra. La Iglesia no sería nada sin personas como Hans Küng o como Benedicto XVI«, insiste el experto, que admite, no obstante, que la teología actual «está influida por la persecución de Juan Pablo II hacia la teología. Ese irlos llamando uno a uno, irles abriendo expedientes… fue mermando la posibilidad de que hubiera teología. Hubo miedo, desde Pablo VI».
Sin embargo, ve más importante «la crisis de lo religioso en nuestro tiempo, la crisis de Dios, como quizá no hayamos tenido nunca, tal vez una crisis sin retorno».
Una crisis en la que han influido una serie de factores, como la bioética. «La vida se crea de muchas formas, y el protagonismo que le adjudicábamos a Dios, es una parcela perdida». Lo mismo sucede al final de la vida. «La fe en un final benévolo, en la resurrección, ha entrado en una profunda crisis», sostiene.
«No hay grandes proyectos teológicos. Hace 40 años que no se mueve nada en Teología», constata Fraijó.
Sí existe aún una búsqueda de un sentido último. «Hay más de 10.000 religiones». Precisamente Hans Küng sostiene, en un libro que regaló a Benedicto XVI en su encuentro de Castelgandolfo, «que hay que dar un rotundo no a la nada, y apostar rotundamente por la otra vida. Y esa apuesta, aunque se pierda, serviría para iluminar esta vida». Todas las religiones han postulado la continuidad. «Eso sigue en mucha gente, quizá cada vez en menos personas».
La trascendencia, en el fondo del debate, sea o no en otra vida, sea o no a través del pensamiento. «En el cementerio de Tubinga está enterrado Ernst Bloch, y en su epitafio se puede leer: ‘Pensar es trascender‘», culmina.
«A vueltas con la religión«, es uno de los últimos libros de Manuel Fraijó. ¿Hacia dónde va la religión? ¿Tiene futuro la religión? «Hay un desgaste muy fuerte de las religiones, que han perdido un terreno importante. Pero hay que puntualizar. Una secularización muy fuerte es la que se ha dado en Europa, donde el cristianismo, por culpa propia (especialmente de la Iglesia jerárquica), ha rebajado excesivamente lo de Jesús, y se ha centrado especialmente en la sexualidad. Hemos ofrecido un cristianismo de rebajas».
Esta secularización, fuera de Europa, no se da tanto. «Por eso insiste Küng en la necesidad de dialogar entre las religiones. Todavía muchos países van del brazo de las religiones. No debemos enfocar nunca las cosas sólo desde nuestro ámbito».
«Todas las religiones son verdaderas, pero no todas son igual de verdaderas», sostiene Fraijó citando a Küng, que señala que la veracidad de una religión vendrá «cuanto más ayuda al necesitado». «Lo que estropea es la condición de absoluto.
Porque la verdad se puede compartir, pero lo absoluto, por definición, sólo es uno. Y el Cristianismo ha enarbolado el carácter absoluto, lo que hace difícil el diálogo con otras religiones».
Otro cometido de Manuel Fraijó, entre sus muchos cometidos, es el proyecto de formación de imanes en España. «Es una de las cosas más gratificantes que he hecho en los últimos años», apunta el decano de Filosofía de la Uned. «En esos cursos se estudia el Islam en España, su dimensión jurídica e histórica… y los Fundamentos, donde tocas las fibras de la fe, en qué se distinguen los fundamentos de los fundamentalismos… La experiencia está siendo muy buena, porque hay una receptividad muy fuerte. Hay 600 imanes en España, y ya han pasado por estos cursos un centenar de ellos».
El trabajo no es cuestionar la fe islámica, «sino decirles cómo se les ve en los países donde tienen que llevar a cabo su misión». En el horizonte, «despedirnos del fundamentalismo«, a través de -todavía- tímidos intentos de aplicar el método histórico-crítico.
¿El Islam está pendiente de su Reforma, su Renacimiento? «No lo sé. Alguien ha dicho que al Islam le tiene que salir un Lutero, pero todo el mundo se cuida muy mucho de ser él, o de señalar fechas. Efectivamente, le hace falta una reforma. Al Islam no le hace falta un Concilio Vaticano II, sino un Concilio de Trento todavía, porque el Islam sigue pensando que su libro fue dictado directamente por su dios desde el cielo».
Algunos titulares
«Hay mucho del Ratzinger profesor en Benedicto XVI»
«Küng es un hombre ecuménico, que abogaba por el respeto, la tolerancia y el diálogo»
«Küng ha ido siempre de frente, ha sido valiente siempre»
«La Iglesia no sería nada sin personas como Hans Küng o como Benedicto XVI»
«Hay una crisis de lo religioso en nuestro tiempo, una crisis de Dios, como quizá no hayamos tenido nunca, tal vez una crisis sin retorno»
«La vida se crea de muchas formas, y el protagonismo que le adjudicábamos a Dios, es una parcela perdida»
«No hay grandes proyectos teológicos. Hace 40 años que no se mueve nada en Teología»
«El cristianismo ha rebajado excesivamente lo de Jesús y se ha centrado especialmente en la sexualidad. Hemos ofrecido un cristianismo de rebajas»
«Todas las religiones son verdaderas, pero no todas son igual de verdaderas»
Al Islam no le hace falta un Concilio Vaticano II, sino un Concilio de Trento todavía»