En las respuestas del Papa no hay silencio. Habla con una enorme claridad y transparencia, y en algunos momentos con ejemplar humildad, acerca de cuantos temas le proponen.
(Carlos Amigo Vallejo, cardenal arzobispo emérito de Sevilla).- Comer el pan de Dios. Ésta es la clave y el eje de transversal para seguir el pensamiento y la misma vida de Benedicto XVI. Desde la primera página, con una referencia al salmo 53, hasta la respuesta a la última pregunta de Peter Seewald, están saliendo del corazón del Papa una palabra que todo lo explica, y sin la cual es difícil aunar aquello que está en lo más profundo de los sentimientos y que llena de luz la razón. La Palabra, Dios.
Todo cuanto se puede leer en esta «conversación con el Papa», Luz del mundo, necesita de esta categoría y criterio de interpretación que es la profunda experiencia de Dios. Se habla de los grandes problemas del momento. Y hay que agradecer al periodista y al Papa, que no hayan soslayado tema alguno, por delicado o espinoso que sea, y que pudiera estar en el interés y la preocupación, tanto de creyentes, como de aquellos que se dicen no tener ni fe ni religión alguna.
Aquella famosa, y un tanto olvidada, encíclica de Juan Pablo II sobre las relaciones entre fe y razón (Fides et ratio), está en alguna manera releyéndose en este libro sobre el Papa, la Iglesia y los signos de los tiempos.
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