Ya el Concilio se ha pronunciado sobre estos aspectos en la Declaración Dignitatis Humanae
(P. Norverto).- El gran problema para culminar con el regreso y unidad de la FSSPX al seno de nuestra Iglesia es un asunto claro de fondo doctrinal. Y he afirmado que tal cosa es casi imposible. Dado que en el trasfondo de la lucha se juegan no pequeñas cosas, a saber: la libertad de conciencia, la libertad religiosa, la libertad de reunión y de asociación, la libertades políticas…etc.
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