Amadeo Rodríguez Magro, a Cádiz

El obispo de Plasencia podría ser el sucesor de Ceballos

Martínez Camino y Rafael Zornoza, en la terna

En mitad de las votaciones de la Conferencia Episcopal, una cuestión pendiente volvió a tomar forma: la sustitución de Antonio Ceballos en la diócesis de Cádiz-Ceuta, al alcanzar su edad de «jubilación». Lo cuenta Gema Freire en Andalucía Información.

Desde entonces se han barajado muchos nombres, con más o menos probabilidades, pero ninguno ha tenido tanta fuerza como el de Amadeo Rodríguez Magro, el obispo de Plasencia desde el 3 de julio de 2003, nombrado entonces por el Papa Juan Pablo II. Éste es, sin duda, el que más está sonando entre la curia gaditana en los últimos meses.

De Amadeo dicen que es un hombre afable, dialogante, humilde y cercano. Nació en la localidad pacense de San Jorge de Alor el 12 de marzo de 1946. Realizó sus estudios sacerdotales en el seminario de Badajoz del que luego sería formador. Fue ordenado sacerdote el 14 de junio de 1970, en Badajoz, siendo su primer destino el ser coadjutor de la parroquia de San Francisco de Sales, (Mérida), convirtiéndose en su párroco de 1977 a 1983.

Es licenciado en Ciencias de la Educación en la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y también ha sido vicario general de Evangelización y director de la Secretaría Diocesana de Catequesis y vicario territorial de Mérida, Alburquerque y Almendralejo. Lleva a cabo, además, labores docentes en el Centro Superior de Estudios Teológicos de la Universidad de Extremadura.

Los otros dos nombres que figurarían en la terna serían el del obispo axuliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino y el del obispo auxiliar de Getafe, Rafael Zornoza Boy. Éste último sonó el año pasado para cubrir la vacante dejada en Palencia por José Ignacio Munilla Aguirre que pasó a encabezar la Diócesis de San Sebastián, pero finalmente el nombramiento no recayó en su persona.

Entre los trámites internos que sigue el Vaticano para designar al sustituto de un obispo por cuestiones de edad, se puede dar la consulta a diferentes sacerdotes, obispos de otras diócesis o incluso laicos sobre la situación de la diócesis y sobre quién podría ser la persona más idónea para sustituirlo.

Una vez que se designe al sucesor y que éste tome posesión, en el organigrama de la diócesis tan sólo se respetará el Colegio de Consultores, el administrador y el vicario judicial. El resto de cargos serán nombrados por el obispo.

La sustitución de un obispo por otro por razones de edad es un hecho que hasta la fecha no se ha dado en Cádiz, ya que los obispos anteriores dejaron esta diócesis para trasladarse a otras.

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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