Fuentes cercanas al caso aseguran que los informes médicos con los que cuenta el Arzobispado "no aconsejan que vuelva a ejercer, de momento"
Los informes aconsejan un tratamiento más prolongado y una terapia reparadora. Además, el canciller secretario del arzobispado, José Luis Martín confirma los encuentros con el arzobispo, quien tardará en tomar una decisión. El trastorno bipolar o de doble personalidad es una patología difícil y complicada, que lleva a quien la padece a mostrar en un momento determinado comportamientos que indican una posible recuperación.
Sin embargo, para certificar que el tratamiento ha sido efectivo y que la rehabilitación ha sido definitiva, según los especialistas, se necesita tiempo y en el caso de ex párroco de Noez, Samuel M.M, no parece que sea así según la información a la que ha tenido acceso EL DIA.
Fuentes cercanas al caso aseguran que los informes médicos con los que cuenta el Arzobispado «no aconsejan que vuelva a ejercer, de momento». Consideran que sigue siendo una persona enferma que necesita de un tratamiento más prolongado en el tiempo y de una terapia reparadora que confirme su total curación. De esta forma se «truncan» así sus aspiraciones de poder tener parroquia u otro destino en breve, como así lo hacía saber en declaraciones a EL DIA el propio sacerdote.
Manifestaciones que realizaba a este diario justamente al cumplirse un año del escándalo que lo llevó a ser destituido de su cargo, relacionado con su adicción a páginas eróticas y al uso de internet para ofrecer sus servicios sexuales a través de la red.
Así las cosas, el Arzobispado parece tener muchas «dudas» sobre su rehabilitación, aunque entienden los deseos y pretensiones que trasladaba el joven cura a través de este medio de comunicación.
En este sentido su canciller-secretario, José Luis Martín, señala que por sus palabras «puede entenderse que está muy arrepentido» y «aunque nada es descartable», en referencia a su posible vuelta a los púlpitos, Martín añade que «en estos momentos no podría ser, pero si algún día se demuestra y comprueba que está totalmente recuperado, ¿quién sabe?. Eso sí, digo todo esto con toda la prudencia del mundo y sin fechas de regreso«.
Además, apunta: «el perdón es uno de los pilares de la Iglesia» que habría que tener en cuenta también una vez esté totalmente restablecido de su adicción. El canciller, que prefirió no entrar a valorar el asunto de los informes médicos, confirmaba también que Samuel M.M. ha mantenido varios contactos con el arzobispo Rodríguez Plaza, alguno de ellos en Toledo, con el fin de conocer su evolución. Tras estos encuentros y teniendo en cuenta los diagnósticos, la decisión de monseñor Rodríguez, por tanto, también se hará esperar.
Sea como sea, el joven sacerdote tendrá que continuar con su tratamiento un tiempo más, quizá más del que él desea.
Al respecto, los especialistas consultados por este diario apuntan que el trastorno bipolar ofrece episodios como el que acaba de mostrar Samuel M.M, trasladando una visión de la realidad de la que sólo él es consciente. Dice que es una persona totalmente nueva, que está rehabilitado y considera, además, que «ha pagado ya» por sus culpas. Aseveraciones que, por otra parte, no coinciden con los informes y exámenes clínicos a los que se está viendo sometido.
Al igual que no era consciente de las acciones que realizaba hasta el momento en el que se descubren, ahora también puede estar convencido de su rehabilitación sin ser consciente de que no es así.
Cabe recordar que fue a finales del mes de febrero de 2010 cuando saltó a la luz pública el anómalo comportamiento de este joven sacerdote, cuyas actividades muchos desconocían ya que en su quehacer diario nunca había mostrado indicio alguno de padecer esta patología. Un transtorno que le llevaba durante el día a ejercer con normalidad su profesión de párroco, pero que lo transformaba por la noche en un «perfecto gigoló», apoderándose de él su otra personalidad.