Se puede acallar una voz, un acontecimiento, pero el pluralismo es una planta de gran vigor, que renace una y otra vez
El vicario general de la Diócesis de Donostia, Joseba González, ha prohibido, por orden del obispo, José Ignacio Munilla, una charla del teólogo Joxe Arregi que la parroquia Gurutzeaga de Aiete había programado para el próximo 12 de abril. Lo cuenta Aitziber Salinas en Noticias de Gipuzkoa.
El propio González informó a los organizadores de la conferencia de que esta no se podía celebrar en este recinto religioso «en esas circunstancias», sin dar más explicaciones. El obispado explicó ayer a este periódico que el derecho canónico no permite hablar en una iglesia ni en ningún lugar que pertenezca a la institución a las personas que se encuentran en este trámite de recibir la secularización, proceso en el que se encuentra inmerso Arregi tras dejar la orden franciscana.
La intervención de Arregi se iba a celebrar en el marco del ciclo de conferencias semanales que la parroquia del barrio donostiarra celebra con gran éxito durante la Cuaresma. Tras conocerse la prohibición, el grupo Cristianos en Gipuzkoa-Gipuzkoako Kristauak criticó la decisión y señaló que «el pluralismo no es un ente abstracto. Es una realidad viva en nuestras comunidades cristianas. Se puede acallar una voz, un acontecimiento, pero el pluralismo es una planta de gran vigor, que renace una y otra vez«. La agrupación se preguntó «si lo que decide el superior es la ley que prevalece, la decisión será legal, pero ¿es justa? ¿hay lugares de debate y de acuerdo entre todos?, ¿es la autoridad lo único que cuenta? Jesús tenía autoridad pero reconocida por los que le seguían, no para imponer sino para servir», y abogó por no perder «la paz ni la confianza en Dios. El Espíritu también alienta en estos tiempos, siempre en la dirección adecuada».
El teólogo y colaborador de NOTICIAS DE GIPUZKOA Joxe Arregi denunció en junio del año pasado la intención del obispo de Donostia de hacerle callar o enviarlo al extranjero. El teólogo dejó de hacer declaraciones en los medios de comunicación, dar sermones en Arantzazu y publicar sus reflexiones semanales por orden de las autoridades eclesiales a raíz de que criticara la designación del prelado como nuevo responsable de la diócesis de Donostia antes de que se produjera. El tono se elevó cuando Arregi denunció que Munilla pedía un castigo mayor para él. «Debéis callar del todo a Joxe Arregi. Yo no puedo, hasta dentro de dos años hasta que haya tomado las riendas de la diócesis, adoptar directamente esta medida contra él. Pero ahora debéis actuar vosotros. Os exijo que lo hagáis», son las palabras que Arregi adjudicó a Munilla. Este hecho fue negado por el obispo y provocó que Arregi se reafirmara en sus declaraciones. Ante esta situación, Arregi se vio obligado a dejar la orden franciscana: «No he necesitado, pues, de grandes discernimientos: o acataba o me iba», escribió.
Desde entonces, el teólogo ha recibido numerosos apoyos tanto de laicos como de religiosos. Un grupo de catorce destacados curas diocesanos, entre los que se encontraban los que fueran vicarios de la diócesis de Donostia con el obispo emérito Juan María Uriarte, remitió a los medios un escrito en defensa de Arregi y pidiendo «mayor consideración» para la libertad teológica. Las charlas, conferencias, incluso los escritos que publica cada semana Arregi en este periódico tienen numerosos seguidores, y consigue llenar las salas de las charlas que ofrece en el territorio.
En este contexto, el grupo de cristianos guipuzcoanos vuelve a reivindicar la pluralidad en la Iglesia: «Somos adultos y, como tales, queremos pensar y ser responsables de nuestras decisiones. Por ello necesitamos escuchar modos diferentes de relatar y entender los posibles caminos hacia Dios. Trabajo nuestro será, después, reflexionar y discernir qué es lo que más nos ayuda a acercarnos a la fe, a vivirla», sentencian.