Todos aquellos feligreses que intentan reunirse y oficiar fuera de ese control político están considerados clandestinos por las autoridades
La Policía china detuvo hoy a decenas de seguidores de una iglesia protestante clandestina en Pekín cuando se disponían a oficiar un servicio en público después de que fueran expulsados de su lugar habitual de reunión, informaron testigos y grupos de derechos humanos.
Testigos presenciales informan a través de la red de microblog Twitter de que la Policía ha detenido a de más de una veintena de seguidores de la iglesia Shouwang, cuando intentaban oficiar un servicio en el área de Zhongguancun, del barrio pequinés de Haidian.
Según la ONG China Aid, la Policía detuvo anoche a los líderes de la parroquia, incluido el catedrático You Guanhui, para prevenir una reunión a la que intentaron hoy acudir más de mil personas.
Los testigos aseguran que los vehículos policiales esperaban esta mañana en el lugar del encuentro y que la Policía se fue llevando a los feligreses a medida que éstos llegaban.
Quienes no fueron detenidos, intentaron reagruparse en otros lugares mediante mensajes telefónicos para llevar a cabo su servicio habitual de los domingos, pero entonces la Policía bloqueó los servicios de telefonía móvil para impedirlo, asegura la ONG religiosa, con sede en EEUU.
La mayoría de los líderes de esta agrupación detenidos anoche fueron liberados y están regresando hoy a sus casas, donde permanecen después de que la policía les impidiera salir para acudir a la reunión.
China es un Estado aconfesional que reconoce por motivos históricos religiones como el budismo, el confucionismo, el taoísmo, el islamismo, el cristianismo y el catolicismo, pero sólo en grupos controlados por el Partido Comunista, en el poder desde 1949.
Todos aquellos feligreses que intentan reunirse y oficiar fuera de ese control político están considerados clandestinos por las autoridades y, por tanto, sufren persecución, según han denunciado grupos de derechos humanos en los últimos años.
(Rd/Efe)