"Es necesario que los cristianos seamos testigos fuertes del Señor en todas las circunstancias y lugares en que nos movemos"
(AVAN).- El Programa de Atención Social y Pastoral al Inmigrante de Cáritas Diocesana de Valencia ha organizado hoy, Viernes Santo, el «Vía Crucis de todos los pueblos» en el viejo cauce del río Turia de Valencia, en el que han participado inmigrantes de varias nacionalidades y feligreses españoles de diferentes parroquias.
El recorrido ha comenzado en el puente de Ademuz, ha transcurrido por el viejo cauce hasta el puente de Serranos hasta la parroquia de El Salvador y Santa Mónica, donde los fieles asistirán a la adoración de la cruz del Viernes Santo.
Durante el trayecto, se ha portado la imagen de un Cristo crucificado, que ha tenido que ser cubierto por un plástico a causa de las lluvias. La talla realizada entre los siglos XV y XVI pertenece a la parroquia de Santa Mónica.
Cada una de las estaciones ha sido animada por una parroquia donde existen numerosas comunidades de inmigrantes como las parroquias de San Miguel y San Sebastian de Valencia, San Francisco de Paula de Xirivella o Raimundo Peñafort de Rocafort, entre otras.
Igualmente, durante el trayecto se ha rezado por todas las «personas crucificadas por la pobreza el dolor y la nostalgia por dejar a los suyos, así como los que perdieron su vida durante el viaje», han añadido.
Al acto convocado por sexto año consecutivo asistieron centenares de personas, entre los que han participado inmigrantes procedentes de Ecuador, Bolivia, Colombia, Rumanía, Ucrania, o Nigeria.
Por su parte, el arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha asegurado hoy que «en estos momentos es necesario ser testigos cualificados de Nuestro Señor Jesucristo» porque, de esta manera, «no nos avergonzaremos de decir que soy cristiano por la gracia de Dios ni de seguir a Jesucristo con todas las consecuencias, con su estilo de vida, su manera de pensar».
Al término del Via Crucis que ha presidido esta mañana en la Catedral, y en el que han participado canónigos del cabildo de la Seo y centenares de personas, monseñor Osoro se ha dirigido a todos para subrayar la necesidad de «ser testigos fuertes del Señor, que nos apoyemos en su fuerza, no en las nuestras».
El prelado ha centrado su intervención en dos personajes del Via Crucis, Pedro y José de Arimatea. «Pedro se apoyaba en las propias fuerzas, por eso sintió temor y vergüenza, y así no es capaz de ser testigo del Señor en medio del mundo». Por el contrario, José de Arimatea «es un hombre que no se avergüenza ni siquiera del muerto que está en la cruz, le recoge y le busca un sitio para enterrarlo, no le importa lo que le llamen, él quiere ser testigo del Señor en todos los momentos de su vida».
«Si os digo esto es porque, en estos momentos en que vivimos, es necesario que los cristianos seamos testigos fuertes del Señor en todas las circunstancias y lugares en que nos movemos, invitando a los demás a que no se avergüencen de ser cristianos tampoco, y para ello, que nos apoyemos en la experiencia viva de Jesucristo, para dar testimonio de El en todas partes».