"Mezcla de religiosidad, tradición y cultura"

Semana Santa, sin procesión atea

"España es un Estado aconfesional, que no laico"

Semana Santa, sin procesión atea
Resurrección y María Magdalena

"En estos momentos en los que libertad religiosa está siendo conculcada en muchos lugares del mundo, parece oportuno reconocer que en España ha sido amparada"

(Manuel Atencia Robledo).- Hoy, Domingo de Resurrección, culmina la Semana Santa en la que los cristianos hemos conmemorado y celebrado la Pasión y la Muerte de Jesucristo. Proclamamos que Jesús padeció y murió en la Cruz y que, con ello, nos redimió. Con su Pasión y su Resurrección nos abrió la puerta de la salvación a todos. De ahí la importancia que los cristianos le damos a estos días. Celebramos en todo el mundo la Semana Santa con diversas manifestaciones más o menos públicas. En España, de forma muy significativa en Andalucía y en otras regiones, la celebramos con múltiples actos litúrgicos y con diversas manifestaciones de la religiosidad popular, entre las que destacan las procesiones y las representaciones de la Pasión.

Las procesiones de Semana Santa están tan arraigadas en nuestro pueblo, que creyentes y no tan creyentes compartimos con absoluta normalidad los distintos actos penitenciales en las calles de los pueblos y ciudades. En una mezcla de religiosidad, tradición y cultura, en la que predomina y le da sentido el hecho religioso, hemos ejercido públicamente uno de esos derechos que la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra y nuestra Constitución garantiza: la libertad religiosa.

España es un Estado aconfesional, que no laico, en el que ninguna religión tiene carácter oficial, pero que reconoce el hecho religioso y de forma expresa, en la Constitución, a la Iglesia católica como confesión mayoritaria. Nuestro país tiene una sociedad plural en la que la amplía mayoría nos reconocemos católicos. Este hecho sociológico se plasma en la realidad diaria, por encima de diatribas políticas y de pretensiones excluyentes.

Con ocasión de esta Semana Santa, ha surgido un hecho que ha puesto en juego el ejercicio de la libertad religiosa y el derecho de reunión. Para el pasado Jueves Santo se había promovido en Madrid, en una evidente provocación, una procesión atea que finalmente fue prohibida por la Delegación del Gobierno por considerar que la marcha suponía «una coacción o intimidación» a la exteriorización de la confesión católica.

Posteriormente, el Tribunal Superior de Justicia confirmó la prohibición de la marcha porque atentaba contra el derecho de los católicos a manifestarse libremente. Esta sentencia concluye que el ideario ateo se pretendía materializar mediante «un castigo a la conciencia católica haciendo daño a la misma, sin contemplaciones y siendo circunstancial a la propia convocatoria, la ofensa a la religión católica».

En estos momentos en los que libertad religiosa está siendo conculcada en muchos lugares del mundo, parece oportuno reconocer que en España ha sido amparada. ¡Feliz Pascua de Resurrección para todos!

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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