«Si además el político es cristiano y vive coherentemente con su fe, mejor todavía»
Las declaraciones de Jesús Sanz Montes han provocado gran desagrado entre los católicos de izquierda. Dos políticos, de izquierda, católicos y miembros de grupos de cristianos de base, Alejandro Suárez, número dos de la lista de Oviedo por la Izquierda, y Rafael Palacios, candidato del Bloque-UNA a la Presidencia del Principado, coinciden al considerar desacertadas las palabras del Arzobispo. «Creo que ha estado muy desafortunado con sus declaraciones, los que somos creyentes y estamos en esto de la política separamos ambos ámbitos, yo veo la acción política desde una óptica laica». Lo cuenta Javier Morán en La Nueva España.
«Creo que el Arzobispo no debería salir así, públicamente, a implicarse», afirma Palacios para añadir: «Si tiene interés en la política debería dejar el Arzobispado y presentarse a las elecciones. En lugar de estar tan preocupado por las elecciones podría poner más empeño en democratizar un poco la Iglesia y ofrecer a la mujer un papel más relevante. Seguro que a él no le gustaría que nosotros opináramos de la Iglesia. Son ámbitos distintos».
Alejandro Suárez ofrece otros argumentos para desmarcarse de Jesús Sanz Montes. «La Iglesia se ganó el respeto de la sociedad asturiana con obispos, como Gabino Díaz Merchán, que entendieron Asturias y se comprometieron con la región. Actitudes como las del Arzobispo, metiéndose en política con este tipo de mensajes, pueden hacer que la Iglesia pierda este capital. Desde el respeto, la imagen de la Iglesia que yo tengo no es la de una Iglesia que defiende a los grandes poderes, de esa forma corre el peligro de caer en el desprestigio, a no ser que lo que se esté buscando es un ascenso en la curia».
«No voto la coherencia de fe de un político, sino su gestión y su programa», señaló ayer a LA NUEVA ESPAÑA el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en respuesta al interrogante que el candidato de IU-Los Verdes a la Presidencia del Principado, Jesús Iglesias, le había lanzado el día anterior: «¿A qué divorciado va a votar monseñor?».
Jesús Iglesias planteaba la cuestión después de que se hiciera pública una carta pastoral del mitrado en la que ofrece orientaciones para el voto de los católicos. El líder de IU calificó de «refinado ejercicio de fariseísmo devaluado» el documento de Sanz, ya que en él propone examinar «el perfil cristiano del político» y votar a quien defienda la vida, la maternidad, la familia o la educación integral. No obstante, el Arzobispo planteaba la salvedad de que el político pueda «vivir o no con total coherencia las exigencias de nuestra fe».
Por todo ello, Iglesias interpretó que Sanz Montes «pide el voto para la derecha» y «defiende el concepto de familia tradicional», pero «justifica la necesidad de votar a quienes con su vida personal no son un ejemplo edificante de moral cristiana», en referencia a candidatos como Isabel Pérez-Espinosa (PP) o Francisco Álvarez-Cascos (FAC), ambos divorciados.
«No voy a opinar, ni a entrar a los comentarios de Jesús Iglesias, porque en su toma y daca estaría haciéndole parte de la campaña», comentó Sanz Montes a este periódico, al tiempo que destaca que en su carta «he hablado del perfil cristiano del político, ya que puede haber gobernantes que defiendan unos valores que puede ser atendibles por los cristianos». No es, por tanto, cuestión de que «el político sea o no cristiano», agregó Jesús Sanz Montes, ya que, señaló, «ahí está, por ejemplo, el ateísmo católico de Gustavo Bueno, que reconoce elementos valiosos en el cristianismo».
El mitrado insistió en que «no me refiero al político cristiano, o a si está divorciado o no, porque con mi sobre no voy a votar la coherencia de fe, sino la gestión y el programa, y, ante la que está cayendo, estoy votando a quienes puedan sacarnos de esta situación o atiendan los desafíos que nos preocupan». No obstante, el Arzobispo, Jesús Sanz Montes agregó que «si además el político es cristiano y vive coherentemente con su fe, mejor todavía».
En cambio, el candidato de Izquierda Unida a la Presidencia del Principado, Jesús Iglesias «entiende», según palabras del líder de la Iglesias asturiana, «que voy a votar a la derecha con sus situaciones matrimoniales irregulares», pero «insisto en algo que Jesús Iglesias no tiene muy claro: una sana tolerancia, porque no puede ir al lenguaje trincheril y fusilero simplemente porque yo lo vea de otra manera y lo exponga con respeto».