Hemos de ser conscientes de la profunda inmoralidad de aprovechar estas nuevas redes de comunicación para difundir estereotipos o ataques falsos contra la honestidad y la honorabilidad de las personas.
(Lluís Martínez Sistach, cardenal de Barcelona).- El Papa nos ha ofrecido una amplia reflexión sobre la realidad de Internet en el mensaje que ha publicado con motivo de la 45 Jornada de las Comunicaciones Sociales, que se celebra este domingo con el lema «Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital«.
Ha sorprendido la lectura positiva que el Papa hace del fenómeno de las nuevas redes sociales de la comunicación, aunque también alerta sobre sus peligros. En primer lugar, el Papa reconoce el gran cambio que se ha producido en estos últimos años. «Las nuevas tecnologías -dice- no modifican sólo el modo de comunicar, sino también la comunicación en sí misma, por lo que se puede afirmar que nos encontramos ante una vasta transformación cultural.
Con esta forma de difundir información y conocimientos nace un nuevo modo de aprender y de pensar, así como nuevas oportunidades para establecer relaciones y construir lazos de comunión.»
Ahora bien, el Papa se muestra también muy realista ante las nuevas tecnologías y alerta sobre sus peligros o sus malos usos: una interacción parcial, la tendencia a comunicar sólo algunas partes del propio mundo interior, el riesgo de construir una cierta imagen de sí mismos, que suele conducir a la autocomplacencia.
De modo especial los jóvenes están viviendo estas nuevas posibilidades porque estas nuevas tecnologías permiten a las personas encontrarse más allá de las fronteras del espacio y de las propias culturas, inaugurando así un mundo nuevo de amistades potenciales. Ésta es sin duda una gran oportunidad, pero supone también prestar una mayor atención y una toma de conciencia sobre los posibles riesgos.
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