Vuestro servicio político en una sociedad democrática pide escuchar constantemente lo que necesita y pide el pueblo para que pueda ejercer sus derechos y sus deberes
El cardenal-arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha defendido «la dignidad de la política y de quienes la ejercen«, pero ha pedido a los políticos que escuchen «lo que necesita y pide el pueblo» y acuerden acciones contra la crisis.
El cardenal defendió el servicio de los políticos durante la homilía de la misa que celebró ayer en la basílica de la Mercé con motivo de la fiesta de Santo Tomás Moro, patrono de los políticos, en unos momentos en que el movimiento de indignados 15-M ha cuestionado a los profesionales de la política.
Pocos días después de que algunos diputados autonómicos fueron agredidos, increpados, insultados e incluso rociados con pintura cuando acudían al Parlament, el cardenal defendió en la homilía, cuyo texto ha sido facilitado por el Arzobispado, el trabajo «y la dignidad» de los políticos.
«Queridos políticos, nadie puede negar que este compromiso político que habéis asumido tiene una gran dignidad moral, y si lo ejercéis como un acto de entrega personal al servicio de la sociedad os exige mucha generosidad y desinterés. Y eso ya sabéis que no siempre es fácil», les dijo el cardenal durante la misa.
Sin embargo, Martínez Sistach añadió: «Vuestro servicio político en una sociedad democrática pide escuchar constantemente lo que necesita y pide el pueblo para que pueda ejercer sus derechos y sus deberes».
«Hoy, como consecuencia de la grave crisis económica mundial, el número de parados ha llegado ya a los cinco millones de personas, con un 40% por lo que se refiere a los jóvenes», ahondó el cardenal.
Martínez Sistach destacó que «el clamor para poder tener trabajo es unánime, como observamos en las manifestaciones por todas partes y es una constante de quienes van a Cáritas para poder subsistir».
«Es un clamor legítimo que todos lleváis en el corazón y en la cabeza y, en la medida de lo posible, convendría que se dieran signos que explicitaran esta preocupación de los políticos de toda Europa y del mundo para encontrar soluciones a esta cuestión, que es de país, de Estado y no de un partido, de un sindicato o de la patronal, sino que pide actuaciones unitarias de todos», pidió Sistach.
Y refiriéndose a los políticos de Cataluña, defendió las raíces cristianas de esta comunidad y consideró que «deberían configurar, con toda la apertura necesaria a los tiempos que vivimos y viviremos, nuestra identidad».
«En medio del clima de globalización en que vivimos, y dado el fenómeno de la inmigración, que ha estado muy presente en nuestro país, debemos ser muy cuidadosos en mantener nuestra identidad que, como siempre ha pasado en nuestra milenaria historia de país de marca, no nos ha cerrado, sino que nos ha fortalecido para abrirnos a las otras etnias y culturas que han llegado a nuestra tierra», dijo el cardenal.
El prelado añadió que la integración de las personas de otros países «nos es muy necesario para la debida integración de los hermanos inmigrantes que vienen a nuestro país, porque los necesitamos y lo necesitan».
(Rd/Efe)