Las ideas son mortales y allí donde se empieza con manifiestos parecidos al suyo parece escucharse ya el ruido de los sables
(Xabier Pikaza).- Se dice que el crimen es crimen, por encima de las ideologías, y de alguna forma es cierto. Pero es cierto también que algunas ideologías desembocan en el crimen, y entre ellas de un modo especial la de A. Breivik, autor del atentado sangriento de Oslo y de la masacre increíble de la isla de Utoya (11, 7 11), con más de ochenta muertos, gran parte de ellos niños, en Noruega.
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