La Puerta del Sol ha vivido esta tarde-noche una nueva jornada de tensión a consecuencia de la convocatoria de una concentración laica contra la aportación de fondos públicos a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y contra la dura intervención policial en la manifestación del miércoles.
A partir de las 20 horas unas 300 personas se han congregado en Sol cantando consignas contra el Papa y con pancartas mostrando su rechazo a la celebración de la JMJ con fondos públicos en plena crisis económica.
Varias decenas de agentes nacionales han cercado a los manifestantes para evitar altercados con los peregrinos, que a partir de las 21.30 horas han comenzado a llegar a Sol procedentes de un acto con el Papa Benedicto XVI en la plaza de Cibeles.
Así, la Policía ha conseguido mantener separados a ambos grupos, que se lanzaban respectivamente consignas provocadoras. Así, a los gritos de ‘Esa mochila la he pagado yo’, ‘Más educación, menos religión’ y ‘Ni dios nos representa’, se respondía con otras consignas como ‘Nuestro Papa es el mejor’ o gritos de ‘Viva el Papa’.
Sin embargo, se han vivido momentos de tensión cuando un grupo de jóvenes del 15M ha accedido a la confluencia de Sol con la calle Carretas, y también cuando un grupo de jóvenes carlistas que ha comenzado a provocar a los manifestantes ha quedado rodeado por los mismos, que los acusaban de franquistas.
También ha habido quienes han intentado dialogar con sus ‘contrarios’, como un joven que ha explicado a los peregrinos que no se manifestaban contra ellos ni contra su religión o creencias, sino contra el uso de dinero público para sus celebraciones, y les ha pedido que no «provoquen ni molesten» a los manifestantes, de la misma manera que los ‘indignados’ no van a manifestarse en los lugares donde ellos celebran sus actos.
A pesar de la tensión, la presencia policial, que ha rondado el centenar de agentes, ha permitido mantener a ambos colectivos separados ante la mirada curiosa de la mayoría de peregrinos y turistas, que se quedaban en la zona para contemplar la escena.
Los agentes han decidido entonces comenzar a dispersar a la gente, que se iba aglomerando en torno a los manifestantes, cada vez recluidos en un cerco más estrecho hasta que el grupo se ha dividido en dos y ha habido las primeras escaramuzas, de las que los manifestantes se han quejado porque la Policía «primero da con la porra y luego dice que sólo quieren identificarte».
DESALOJO POR CARRETAS
Hacia las 22.30 horas han llegado al lugar más efectivos de Policía Nacional y Policía Municipal, que ha mantenido al grupo dividido, si bien una parte de los manifestantes ha comenzado a mezclarse con los peregrinos que se dirigían hacia la calle Mayor para asistir a una procesión.
Media hora más tarde los agentes han decidido comenzar a desalojar a los manifestantes que aún se encontraban en Sol. Así, los han conducido hasta Carretas, donde han comenzado a ‘barrerlos’ calle arriba para dirigirlos hacia la plaza de Jacinto Benavente.
Sin embargo, a mitad de la calle y sin mediar más provocación que gritos e insultos de los ‘indignados’, la Policía Nacional ha comenzado a cargar contra los manifestantes, causando al menos cuatro heridos leves que, en cualquier caso, no han tenido que ser atendidos por los servicios sanitarios.
Además, un agente de Policía Nacional también ha increpado y pedido la documentación a dos turistas alemanes que estaban haciendo fotos de la protesta, al considerar que no estaban autorizados a ello por no ser periodistas.
A pesar de la carga, los ‘indignados’ han intentado continuar su protesta en la plaza de Jacinto Benavente, aunque la dispersión y la presencia policial, así como el continuo paso de peregrinos y otros ciudadanos, ha acabado diluyendo su protesta, aunque un pequeño grupo se ha vuelto a juntar en la plaza de Tirso de Molina para seguir adelante.
Sin embargo, tanto en Jacinto Benavente como en Sol la situación se ha ido tranquilizando y los grupúsculos que aún quedaban han terminado por disolverse, aunque no sin antes quejarse de que la Policía los haya desalojado de la plaza para «dejar a los peregrinos que vayan ahí a rezar».
Hacia la 1 horas, los últimos manifestantes que quedaban en la zona han montado debates callejeros en los que han intervenido algunos peregrinos, y en los que ambas partes han contrastado las quejas de unos con respecto a las actitudes de los otros.
