Comentó el Papa, "tiene muy buen voz", y la Abadesa le explicó, que sin embargo no oía bien, a lo que el Papa respondió, pero tiene un fino oído interior
(Jesús Bastante).- El pasado domingo, a las seis y media de la tarde, el anciano pontífice recibía, en la sede de la Nunciatura, a una enjuta y divertida mujer, que había entrado en su monasterio el mismo día en que él, hoy Papa de Roma, nacía en Alemania. El 16 de abril de 1927, sor Teresita penetraba en los muros del monasterio cisterciense de Buenafuente del Sistal (Guadalajara). 84 años después, recorría el camino hasta la casa de Benedicto XVI. «El encuentro fue impresionante«, nos cuenta Ángel Moreno, el capellán de Buenafuente y colaborador de RD, que desvela cómo «al entrar Su Santidad, se encontraron las miradas, con un brillo y sonrisa especial«.
– ¿Cómo surgió la posibilidad de que el Papa se viera con sor Teresita?
Todo creo que comenzó en la entrevista que Jesús García le hace en el libro «Qué hace una chica como tú, en un lugar como éste». Ante la declaración de Sor Teresita de que había entrado en el Monasterio el mismo día que nacía el Papa en Alemania. Por alguna relación interna del autor con la Nunciatura, se recibió un fax en el que se le invitaba a ella y a una acompañante, para participar en la Misa que celebraría el Papa, el 19 de agosto, a las 7,30 de la mañana en la Nunciatura.
Ante este comunicado, llenos agradecimiento, expresamos al Sr. Nuncio la necesidad de que nos posibilitara una credencial para acceder con las Hermanas a la Nunciatura. Como respuesta nos encontramos que el Sr. Nuncio comprendió la intemperie que iba a suponer llevar a esas horas hasta Madrid, y nos propuso cambiar la hora y el día, y en este caso poder yo mismo saludar al Papa. Cosa que nos pareció inimaginable, por tan extrema delicadeza.
-¿Cómo recibió la noticia? ¿Cómo transcurrió el encuentro? ¿Qué se dijeron? ¿Qué se regalaron?
El encuentro fue impresionante. Sor Teresita despertó una atracción excepcional. Una vez que nos introdujeron en la sala para la audiencia, comenzaron a pasar distintas personalidades: El Director del Viaje, el Secretario de Estado, el cardenal Cañizares, el Cardenal Rouco, el Director de la Oficina de Prensa, P. Lombardi, los agregados de la Nunciatura, el Sr. Nuncio, la M. Fundadora y comunidad de las RR. Que sirven en la Nunciatura. Mons. Fernando Checa, Y por fin el Papa, acompañado de su secretario personal.
Fue un momento entrañable. Le dijeron a M. teresita que no se levantara cuando llegara el Papa. Al entrar Su Santidad, se encontraron las miradas, con un brillo y sonrisa especial. E inmediatamente la monja dijo: «Soy Sor Teresita, que entré en el Monasterio de Buenafuente, el mismo día que nació su Santidad. Le queremos mucho«. El Papa, puso su mano sobre su cabeza, la signo con la cruz, y después abrazó las manos de Sor Teresita y las acariciaba con inmensa ternura. Comentó el Papa, «tiene muy buen voz», y la Abadesa le explicó, que sin embargo no oía bien, a lo que el Papa respondió, pero tiene un fino oído interior.
Inmediatamente Sor Teresita le regaló el libro «Que hace una chica como tú, en un lugar como este». El Papa lo tomó, y se puso a leer la dedicatoria autógrafa. La volvió a acariciar las manos. D. Fernando Checa, le hizo llegar la solicitud que de rezara por el Papa, a lo que Sor Teresita respondió, que ya lo hacía, todos los días, pero que lo haría más. Y después saludó a M. Abadesa.
Al Papa le regalaron una réplica de la Virgen románica que se venera en Buenafuente, el Libro «LA Buenafuente del Cister», escrito por las monjas, CD y libretos de la música que se canta en Buenafuente, un pequeño álbum de fotos con las imágenes de la evolución del Monasterio, y una limosna para las intenciones y necesidades que tenga Su Santidad.
– ¿Qué dijo sor Teresita en el camino de vuelta?
Que era algo inexplicable, que se sentía muy contenta, y sentía una llamada mayor a la santidad.
Ella se colocaba en el corazón de la Virgen, y que cerrara la puerta.
Está muy feliz.
-¿Qué supone para Buenafuente este hecho?
Una bendición y exigencia. No deseamos presumir de los que nos ha regalado la Providencia. Es un compromiso mayor a la coherencia de vida, a ser fieles al Señor, y testimoniar nuestra identidad.
Nos ha sorprendido el eco internacional que ha tenido la noticia, al extremo de que le han concedido un premio en Argentina a Sor Teresita, por su modo de vida y trascendencia.
-¿Cuáles son los frutos de la visita del Papa?
Creemos que ha suscitado una gran luz interior, una certeza de las verdades más profundas de la fe cristina, un deseo de testimoniar con alegría la pertenencia a Jesucristo.