Los jóvenes arroparon con sus gritos y cánticos al papa Benedicto XVI, al tiempo que se sentían seguros teniéndole a él en medio de esa asamblea de más de un millón de jóvenes
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, defiende que «el futuro de la Iglesia está garantizado» con los jóvenes tras la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Madrid durante la semana pasada. En su carta semanal, a la que ha tenido acceso Europa Press, monseñor Fernández cree que en dicha jornadas se ha constatado que «los jóvenes asumen el protagonismo de evangelizar a sus propios contemporáneos«, en unos días con «actos intensos de la mañana a la noche, llenos de detalles de solidaridad entre los mismos jóvenes y que han llenado de gozo pacífico y de esperanza las calles de Madrid».
De igual modo, destaca que «no han faltado algunas protestas anecdóticas de los antipapas, de los laicistas, que los mismos jóvenes les han abierto los ojos para constatar por sí mismos lo que eso da de sí». Pero, «aún lamentando que se haya producido, también ha contribuido a que brille con mayor resplandor la belleza de Cristo y de su Evangelio, que sigue atrayendo a los jóvenes de hoy y de mañana», puntualiza.
Para Córdoba, además, la JMJ de Madrid ha sido «el momento histórico» del anuncio de San Juan de Ávila como doctor de la Iglesia. Así, la localidad cordobesa de Montilla se convierte «de manera más intensa» en lugar de peregrinación al sepulcro del maestro Ávila, de encuentros para conocer al nuevo doctor. Y la diócesis de Córdoba asume este reto que la Iglesia le confía con «la esperanza de estar a la altura de una figura de esta talla para darla a conocer al mundo entero», proclama.
A juicio de monseñor Fernández, el momento «culminante» de la JMJ se produjo en el contexto de la fuerte tormenta, con aguacero, viento fuerte y relámpagos en la vigilia del sábado. «Los jóvenes arroparon con sus gritos y cánticos al papa Benedicto XVI, al tiempo que se sentían seguros teniéndole a él en medio de esa asamblea de más de un millón de jóvenes», relata el obispo cordobés.
(Rd/Ep)