Marcelo Gómez, trasladado a Miranda

El cura burgalés en el que sí creen los jóvenes

«No se va un sacerdote, se va un amigo»

El cura burgalés en el que sí creen los jóvenes
Marcelo Gómez

Es uno de esos sacerdotes que te hacen acercarte a la Iglesia de una forma tan sencilla y tan natural que termina siendo parte de tu vida

Mientras miles de parroquias languidecen dando de comulgar a cuatro ancianas y a media docena de señores de mediana edad, la de San Cosme y San Damián lleva 16 años convertida en un foco de frenética actividad de niños y chavales de todas las edades atraídos por el carisma y la capacidad de liderazgo de su cura, Marcelo Gómez (Villanueva de las Carretas, 1959), que este sábado da en ese altar la última misa, para desconsuelo de los feligreses.Lo cuenta Angélica González en Diario de Burgos.

El pasado mes de julio el arzobispo, Francisco Gil Hellín, decidía incluir su nombre dentro de los múltiples cambios que siempre por esas fechas hace la Diócesis burgalesa. Y Marcelo se marcha mañana a Miranda.

Tuvo que ser el propio interesado el que pidiera calma a los jóvenes que, sorprendidos y enfadados por la noticia, hicieron algún amago de protestar públicamente por lo que consideran una decisión incomprensible. «Todos estamos encantados con él, ha hecho de la parroquia una auténtica familia. Es uno de esos sacerdotes que te hacen acercarte a la Iglesia de una forma tan sencilla y tan natural que termina siendo parte de tu vida. Seguro que en su nueva parroquia va a conseguir también muchos lazos y muchos sentimientos. No perdemos al cura perdemos a un amigo», dice un antiguo catequista.

Todos los que le conocen son muy cautos cuando se les pide que reflexionen a propósito de cuáles pueden ser las razones de que la Diócesis haya querido terminar con algo que funciona así de bien en un terreno, el de la juventud, en el que no triunfa demasiado a pesar de la demostración del pasado mes de agosto en Madrid y optan por la diplomacia: «Quiero pensar que desean que haya más gente que conozca a Marcelo y disfrute de su forma de hacer», asegura un colaborador que le conoce bien.

Otra joven asegura que Marcelo «es del todo diferente a los demás sacerdotes, le vemos como un amigo, un consejero y hasta un padre. Reconozco que transmitirnos la fe a nosotros -tengo 20 años- es difícil y él lo ha conseguido».

Así las cosas, es obligado preguntar por el secreto de este cura que cantó misa por primera vez a los 24 años en Villatoro: «Tiene un don, nunca nos obliga a nada, nos guía por el corazón. Él nos dice siempre que San Cosme no es una parroquia, es un estilo de vida y así lo sentimos los que estamos dentro. También nos recuerda que nadie es imprescindible pero para nosotros él sí lo es. Es un hueco que nos va a costar llenar».

El día 23 el barrio de San Cosme le entrega durante sus fiestas el premio Chamarilero de Honor

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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