Las Jornadas Mundiales de la Juventud en Rio de Janeiro se llevará a cabo un año antes de lo previsto, para evitar que coincida con el Mundial de Fútbol que se disputará en Brasil en 2014
La Iglesia brasileña espera a más de dos millones de católicos en las Jornadas Mundiales de la Juventud que encabezará el papa Benedicto XVI en Rio de Janeiro en 2013, ciudad que también se prepara para recibir los dos certámenes deportivos más importantes del mundo.
El secretario general de la Conferencia de Obispos de Brasil (CNNB), Leonardo Steiner, dijo el jueves que la cifra sería superior a la que se congregó en España para recibir al Papa durante la edición del encuentro en junio.
«Creemos que en Brasil tendremos más de dos millones de jóvenes«, afirmó el jerarca, al recordar que el país cuenta con el mayor número de católicos en el mundo y recibirá delegaciones del continente y de otras partes del planeta.
Rio de Janeiro también se está preparando para las Jornadas Mundiales de la Juventud al igual que lo está haciendo con el Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016, según Steiner.
«Rio es una ciudad muy hospitalaria, y lo que me preocuparía es que no tenemos en Rio una infraestructura de transporte» para tal cantidad de personas, señaló.
Asimismo, anticipó que Brasil podría retomar la idea que se aplicó en España de ofrecer un «plato peregrino» de bajo precio para los visitantes, ahora que Brasil registra un alto costo de vida.
Las Jornadas Mundiales de la Juventud en Rio de Janeiro se llevará a cabo un año antes de lo previsto, para evitar que coincida con el Mundial de Fútbol que se disputará en Brasil en 2014.
Por otro lado, los obispos católicos instaron al Congreso a modificar «viejas prácticas dañinas para el perfeccionamiento democrático«. Respaldaron las movilizaciones contra la corrupción, que le costó al Gobierno la salida de 4 ministros
El secretario general de la Conferencia de Obispos de Brasil (CNNB), Leonardo Steiner, señaló ante la prensa: «Sentimos una gran preocupación, no sólo por la corrupción, sino por la impunidad».
Los prelados, que analizaron el tema durante una reunión celebrada en Brasilia, divulgaron un comunicado instando a los legisladores a realizar «una reforma política profunda» que elimine el voto secreto y «extirpe viejas prácticas dañinas para el perfeccionamiento democrático».
Recientemente, fue cuestionada una votación secreta que evitó que una diputada perdiera su escaño pese a que se divulgó un video en el que se la veía recibiendo dinero de otro político, acusado de corrupción.
«La pregunta que me hago, no como CNNB, sino como ciudadano, es si el Congreso es legítimo para hacer esa reforma política o deberíamos tener una asamblea constituyente para realizarla«, sostuvo Steiner.
Los obispos brasileños expresaron, además, su respaldo a las movilizaciones contra la corrupción, iniciadas el 7 de septiembre en la capital de Brasil y que esta semana se repitieron en Río de Janeiro, todas convocadas a través de redes sociales sin el apoyo de los partidos.
«Incentivamos» la práctica de las manifestaciones a fin de que «exijan al Congreso una auténtica reforma política que asegure la institucionalidad del país», agregó el órgano eclesiástico.
(Rd/Agencias)