La falta de comida fuerza a miles y miles de personas a caminar hacia la supervivencia y muchos mueren en el camino
En el Cuerno de África se está produciendo un «silencioso genocidio» debido a la hambruna que afecta a millones de personas, afirmó ayer el arzobispo Silvano María Tomassi, observador permanente de la Santa Sede ante la oficina de la ONU en Ginebra.
«La falta de comida fuerza a miles y miles de personas a caminar hacia la supervivencia y muchos mueren en el camino. Es un silencioso genocidio, por lo que es urgente que la comunidad internacional muestre su solidaridad hacia esas personas», dijo Tomassi comentando el llamamiento hecho ayer por Benedicto XVI al mundo para que no cese su ayuda a esa región.
El arzobispo subrayó que de esas miles y miles de personas, muchos son niños y mujeres y denunció que se ha dado el «penosísimo caso» de una madre que llevaba en brazos a dos niños y no tenía ya fuerzas para seguir caminando y tuvo que decidir a cuál de los dos dejaba morir y cuál llevarse hasta el campo de refugiados.
«No es admisible que hoy ocurran estas cosas tan terribles. La tragedia del Cuerno de África es parte de otras tragedias«, subrayó el prelado. Tomassi señaló que unas 1.500 personas murieron últimamente intentando atravesar el Mediterráneo desde África hacia Europa y que otras murieron ahogadas cuando cruzaban desde Somalia hacia Adén.
Benedicto XVI hizo ayer miércoles un llamamiento a la comunidad internacional para que envíe «ayudas concretas» para los millones de personas que pasan hambre en el Cuerno de África.
«No cesan de llegar dramáticas noticias sobre la escasez que afecta a la región del Cuerno de África. Renuevo mi apenado llamamiento a la comunidad internacional para que continúe ayudando a esos pueblos y pido a todos que ofrezcan sus rezos y ayudas concretas a tantos hermanos y hermanas tan duramente afectados», afirmó el Pontífice.
(Rd/Agencias)