Cuando hay alegría y hay gente con alegría, pues esa es una de las cosas que transmite y hace a la gente preguntarse ¿a esta gente qué le pasa? que están alegres, que están cantando, que están de fiesta
(Jesús Bastante).- «Es muy difícil que pueda haber un repunte vocacional en el futuro, si los sacerdotes, religiosos y religiosas no es gente que vive su vocación y son un buen testimonio». Gabino Uribarri, decano de la Facultad de Teología y Derecho Canónico de Comillas, reflexiona en esta entrevista sobre el presente y el futuro de la Iglesia, a través de la Universidad y de la formación. Esta semana, convoca las VIII Jornadas de Teología que, bajo el lema «Transmitir la fe», traerán a Madrid al responsable del dicasterio de la nueva evangelización, Rino Fisichella. «Querer ganar rápidamente en número, sacrificando la idoneidad de los candidatos, me parece que es cavar las trincheras del fracaso«.
P- Buenos días y bienvenidos a las entrevistas en Religión Digital, hoy nos acompaña Gabino Uribarri que es Decano de la Facultad de Teología y de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Comillas. Muy buenos días Gabino.
R. Hola, buenos días.
P. ¿Qué tal? Empezamos un nuevo curso.
R. Bueno, nosotros llevamos ya tres semanas y esta es la cuarta, con esto de los cambios de Bolonia ya estamos con el tren en marcha en velocidad de crucero.
P- Es lo que te iba a preguntar al comienzo, Comillas es una de las primeras universidades de la iglesia de España, al menos, donde Bolonia se ha implantado con mayor naturalidad. ¿Cómo se está viviendo ese proceso?
R. A nosotros nos ayuda mucho el estar en una Universidad y estar atentos a lo que van haciendo otras titulaciones. Y por otra parte prestar mucha atención a toda la normativa que viene de la Santa Sede. A nosotros nos obliga la normativa de la Santa Sede que es la que cumplimos pero también nos ayuda lo que van haciendo las otras titulaciones.
P. Cuál es el estado de salud a nivel general de Teología y de Derecho Canónico en Comillas.
R. Yo creo que el estado de salud es bueno, si miramos a los profesores me parece que es muy bueno porque en las dos facultades tenemos un plantel de profesores renovado bastante joven, yo soy de los mayores de los dinosaurios que andan por allí o sea que la media de edad es bastante baja y bastantes profesores menores de cincuenta años también algunos menores de cuarenta años ya con el Doctorado. En Derecho Canónico seguimos estables y en Teología este año hemos tenido más solicitudes, hemos tenido para los estudios reglados 110 solicitudes.
P. Interesa la Teología.
R. Pues sí interesa, en España no a todo el mundo, no encontramos la fórmula de que llegue a más gente pero desde luego la gente que se embarca es con muchísimo interés, los laicos que están con muchísimo interés y luego religiosos, religiosas, sacerdotes, candidatos al sacerdocio, y una vez que uno empieza a meterse a la gente le interesa le apasiona porque toca aspectos muy vitales, entonces pasarlos por la reflexión, por la crítica, el diálogo, por el pensamiento, enriquece mucho y se entra en un proceso que no es solamente estudiar algo sino que le toca a uno muy vitalmente.
P. Es uno de los grandes temas de la vida y de la Fe. En estos últimos años no sé si habéis percibido entre vuestro alumnado, sobre todo en el alumnado laico, el impacto, el efecto de la crisis a la hora de plantearse determinadas preguntas o de acceder a la búsqueda, no sé si llamarlo de respuestas o de claves en la Teología respecto a esto también.
R. Yo creo que muy directamente no, ciertamente los temas son cruciales, preocupan y siguen preocupando y también como los temas de la fundamentación, es decir qué es lo que nos ha llevado aquí y qué es lo que ha fallado, entonces esa preocupación quizá haya subido un poquito pero las grandes preguntas, las grandes cuestiones siguen ahí, por ejemplo a la gente les afecta mucho más la muerte de un familiar muy cercano, entonces ¿hay algo después de esta vida? ¿Tenemos esperanza? ¿Se mantiene algún tipo de relación, de comunicación? Estas preguntas llegan mucho más, cuando es algo más personal.
P. Está muy bien que se diga que estudiantes de Teología no sólo son religiosos, aspirantes al sacerdocio, sacerdotes, sino que hay presencia de los laicos porque parece, en muchas ocasiones, que determinados asuntos no nos tocan a los que somos laicos y yo creo que en responsabilidad también tenemos la obligación de conocer determinados ámbitos para poder opinar y participar en la vida de nuestra iglesia. Eso ¿lo notáis también en vuestro alumnado?
R. Sí, ahí la dificultad está en que con los estudios de Teología es muy difícil ganarse la vida, prácticamente la única salida profesional para un laico son las clases de religión. Luego hay mucha gente que tiene interés y la Fe es una cuestión para cada persona y el tratar de profundizar, de conocerla mejor, de conocer la historia de la tradición, del diálogo con el pensamiento contemporáneo, todas estas cosas interesan porque uno mismo las vive, las vive por ejemplo mucho en su trabajo, en que tiene relación con mucha gente, con mucha gente no creyente, gente que pregunta, que cuestiona, que, a veces, se asombra, a veces ridiculiza.
P. Ya casi empieza a sorprender que alguien se defina como creyente. Hace 10, 15 años era lo normal, lo raro era encontrar a alguien de otra confesión religiosa o a alguien no creyente.
R. Los laicos lo reflejan mucho en el ambiente suyo de trabajo, cuando están en un hospital, en una empresa, hablaba la semana pasada con una médico, una que trabaja en publicidad, otra que trabaja en cuestiones de informática, decían que ahí no se respira ningún aire de este estilo, más bien parece una cosa rara y cuando terminan el trabajo y se van a estudiar les preguntan qué cómo hacen eso. También se presta a empezar una conversación, un diálogo.
P. Me decías antes que habíais empezado hace 3, 4 semanas y ya vais en velocidad de crucero y ya empiezan las primeras jornadas organizadas por vosotros. Hay aquí un par de ellas que queríamos comentar especialmente. El 19 hay unas jornadas de discernimiento vocacional que suponen también un homenaje al Padre Fernández Martos, cuéntanos un poco.
R. Comillas nació como un seminario pontificio en las orillas del Cantábrico en 1890, ese seminario se ha mantenido siempre, cuando se trasladó a Madrid hubo un cierto cambio y entonces se constituyó también un colegio mayor en el que en principio convivían candidatos al sacerdocio con otros que no lo eran. Y desde hace ya doce años se volvió a la idea más original del seminario pontificio en el colegio mayor y esta ha sido la gran labor que ha hecho el Padre José María Fernández Martos, el colegio está bastante demandado, son casi todos alumnos que vienen de , son sacerdotes que vienen a hacer el segundo ciclo o también algunos seminaristas que vienen a hacer el primer ciclo, como reconocimiento de toda esta labor que ha hecho el Padre Fernández Martos de revitalizar y, ahora está en marcha y con toda normalidad el seminario pontificio de comillas y el colegio mayor, vamos a hacer una jornada, una jornada de estudio sobre el discernimiento vocacional que hoy es un tema que preocupa mucho en los seminarios y en los formadores y uno de los que intervendrá será él, otros de los que intervienen es el padre Germán Arana, con mucha experiencia en trato con sacerdotes, en ordenación sacerdotal, en dirección espiritual, es el nuevo director del colegio mayor y del seminario pontificio.
P. Hablando de esto de la vocación ¿se nota algún cambio en los últimos años en ese discernimiento o en las personas que entran, que llaman a la puerta del seminario?
R. Yo no he hablado con ellos pero lo que percibo en los formadores es una gran preocupación por hacer las cosas bien, por no cerrarle la puerta a nadie pero, por otra parte, también evitar a tiempo que puedan venir problemas o dificultades.
P. Se ha hablado mucho del tema de la pederastia pero no sólo esa cuestión, sino también de pruebas de madurez.
R. Eso es lo que ha puesto más de relieve la necesidad de afinar bien, de dar una buena formación.
P. Es algo que este Papa está muy preocupado y creo que ha pedido a los Obispos que haya un discernimiento muy claro, no sólo con el tema de la pederastia, que es el que más se conoce en los medios, sino también por la falta de madurez, por la falta de un compromiso duradero y porque vivimos en una sociedad en la que se mueve todo muy rápido y este tipo de decisiones para toda la vida son ciertamente más difíciles de asumir.
R. Ahí se busca gente que tenga capacidad de crecer en madurez espiritual, es decir que sea capaz desde la Fe de asumir este compromiso pero también madurez humana, madurez afectiva, capacidad de una relación sana con todo tipo de personas, con varones, con mujeres, a esto se le está dando bastante importancia. Yo creo que es una cosa positiva y buena que se haga así.
P. La cuestión de la crisis vocacional supongo que también preocupa a los formadores pero me parece que en este sentido se está apostando más por la calidad aunque no se llegue al cupo si se puede decir así, pero ganando en calidad ¿crees que en un futuro habrá un repunte también?
R. Lo que me parece es que, es muy difícil que pueda haber un repunte en el futuro, si los sacerdotes, religiosos y religiosas no es gente que vive su vocación y son un buen testimonio. Una de las dificultades que hay ahora con toda esta crisis que ha habido, es un desprestigio de la figura, entonces querer ganar rápidamente en número sacrificando la idoneidad de los candidatos, me parece que es cavar las trincheras del fracaso. Es tener unos cimientos que no van a sostener la casa y que se va a hundir. Aunque hay mucho apremio, hay mucha necesidad, hay que hacer las cosas bien y con sensatez, con paciencia y confiar en Dios nuestro Señor, no acelerarnos y no querer suplir la gracia, su llamada.
P. Otro tema que no vamos a tratar aquí sería la cuestión de plantear si también con la crisis habría cabida para otras formas no de sacerdocio pero si de presencia sacramental. También tenéis unas jornadas que hacéis todos los años, las jornadas de Teología que este año creo que están orientadas hacia el después de la JMJ, se llaman «Transmitir la Fe». En ese ámbito abordáis el futuro de la pastoral juvenil y cómo puede aportar la Teología a estos retos que ha planteado el Papa y los jóvenes que estuvieron en Madrid.
R. El tema de la transmisión de la Fe es un tema que preocupa evidentemente en toda la iglesia y en la facultad de Teología también nos preocupa a todos, a los profesores, a los alumnos, entonces debatiendo sobre las jornadas que hacemos todos los años hacia finales de octubre, pues este año nos parecía que era una manera de darle una continuidad a la JMJ y de hacer una reflexión sobre la misma, sobre la transmisión de la Fe. La JMJ va a estar presente porque ha marcado mucho y es todo un acontecimiento, la primera ponencia la tendrá Don César Franco que ha sido el coordinador de parte de la Diócesis pero vamos a ampliar el espectro, ver cuál es la situación en España y en Europa, qué aportan los colegios, qué se puede hacer desde el campo de las nuevas tecnologías, internet, incluso la música. Y también traemos a Monseñor Fisichella del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización para estar conectados con las preocupaciones que hay en Roma, más concretamente del Santo Padre y evidentemente esta es una preocupación de todos.
P. De hecho la transmisión de la Fe es el gran objetivo de este nuevo dicasterio que preside Monseñor Fisichella.
R. Enseguida respondió diciendo que tenía mucho interés, en qué consistían las jornadas, le expliqué y él enseguida se prestó a venir y esperamos que, con su aportación, se abran pistas. Es continuar una reflexión que se está dando en la facultad, quizá más atomizada. Tratar de hilarlo juntos desde distintas perspectivas y también tratar de apoyar, de dar luz, también de recibir por parte de la gente que está más directamente implicada, como es el caso de internet, de la música, queríamos tener un panel de experiencias no sólo desde la Teología sino recoger experiencias que vienen desde el mundo de la pastoral, la JMJ es un caso pero también estos otros dos.
P. Cuáles son las cuatro patas del banco, las claves de hoy para que esa transmisión de la Fe llegue.
R. Bueno es muy difícil porque una de las cosas que se ve , yo cuando estuve en Alemania ya lo decían allí, es que la cadena de transmisión generacional se ha roto y entonces hay familias que son muy creyentes que realmente viven la fe pero que no la consiguen transmitir y otras que sí, en una misma familia unos hijos sí y otros no, es muy difícil, a mí me parece un punto importante el testimonio, me parece un punto muy importante y difícil de hacer la iniciación a este mundo de la oración, tener un encuentro personal, tener un trato personal con el señor Jesús , descubrir su figura, no como una figura de la que te pueden hablar sino de alguien con quien tú te relacionas personalmente y empieza a haber una historia de amistad, de encuentro, de sorpresas, de aventura, eso también es muy importante. Me parece que es muy importante para los jóvenes el tener un cierto apoyo grupal, es una aventura que en solitario es muy difícil.
P. Es muy complicado vivir la Fe en solitario.
R. Sí, tener algún grupo de referencia, de pertenencia, un grupo de Fe que a la vez sea de amigos, de diversión, de salir, de encontrarse. Por tanto, ese elemento comunitario, esa dimensión eclesial, es también muy importante.
P. ¿Son jornadas abiertas?
R. Sí las jornadas son abiertas a todo tipo de público simplemente basta con asistir.
P. Son el 25 y 26 de octubre en Alberto Aguilera 25 en el primer piso.
R. Si alguien quiere un certificado de asistencia tiene que abonar 10 euros por los trámites.
P. Pueden encontrar más información en la web. Antes de terminar, hablemos un poco del Derecho Canónico. Estamos en un período de la época de la iglesia que parece que se pueden avecinar cambios en ese sentido.
R. Ahora mismo hay una preocupación con todo el tema de las sanciones. Ha habido cambios por toda la situación ésta que se ha generado con los casos de pederastia. Todo este tema está en estudio y veremos qué es lo que termina saliendo pero es un tema que está de momento en estudio porque lo que se ha comprobado es que la legislación que había no ha sido lo eficaz que era deseable que fuera. Me consta que hay mucho interés y que hay ciertos trabajos avanzados en esta línea. A nosotros se nos ha hecho una consulta a la Facultad. Hay un equipo de trabajo que dará una respuesta.
P. Y hacia dónde debería ir orientada esa respuesta, si el derecho canónico debe abrirse para ser más inclusivo o si se corre el riesgo de que una demasiada apertura provoque que haya filtros.
R. Hay que tratar que haya los menos problemas lo antes posible y tratar de pararlos y cortarlos. Las medidas que se puedan tomar en esta línea de la prevención o por lo menos no dejar que los problemas aumenten o sean problemas muy grandes, lo antes posible tratar de atajar y de cortar y de tomar medidas eficaces. Evidentemente lo mejor es que no haya que tomar ninguna medida. Se evitaría muchos problemas, muchos males y daños a las personas.
P. Muchas gracias Gabino, seguiremos muy atentos a ambas jornadas y al desarrollo de estas pautas en lo teológico, en la transmisión de la Fe que yo creo que es el gran reto del presente y del futuro.
R. Ese es el gran reto pero también cuando se vivió en las jornadas, cuando hay alegría y hay gente con alegría, pues esa es una de las cosas que transmite y hace a la gente preguntarse ¿a esta gente qué le pasa? que están alegres, que están cantando, que están de fiesta. Todas estas cosas luego tienen que tener una continuidad y un cultivo el día a día en las parroquias, en los grupos, en los colegios. También en las universidades. La universidad hemos participado y todas las actividades estaban a tope de gente, por ejemplo un concierto de oración de un jesuita, hubo que dejar mucha gente fuera, este hombre tiene un arte que va cantando y te va introduciendo, vas participando, acabas cantando y rezando a la vez.
P. Muchas gracias y seguiremos en contacto y esta es tu casa.
R. Muchas gracias.