Es muy común y de ciega justificación eliminar lo que parece dudoso, rebajar lo que fue indiscutible y descalificar lo que es cierto
(Pedro Rizo).- Es probable que el martirio de unos monjes cistercienses del año 1936, impugne el disparatado revisionismo de quienes servidores de la desmemoria nos convencerían, si se les dejara, de que el Frente Popular y la Segunda República fueron los grandes defensores de la Iglesia de España, de su clero, de su liturgia y de los Mandamientos.
Este preámbulo anuncia ya una grave afrenta a Dios que se está produciendo a través de supuestos servidores figurantes en el censo eclesial. Porque es gran insensatez deformar la Historia torciendo en ella la verdad de lo sucedido. Y como Dios es la Verdad, forma sinónima de llamarle, las tergiversaciones politizadas en el relato de un pasado, tan cercano todavía, resultan en horror para quienes las promueven, más aún si consagraron sus vidas a Dios; esto es, a la Verdad.
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